Comunicado de prensa - febrero 28, 2007
Hoy, el barco Esperanza de Greenpeace ha sido testigo de cómo la flota ballenera japonesa abandonaba aguas antárticas lejos ya de la zona donde normalmente suelen cazar.
El GPS a bordo del barco Esperanza de Greenpeace marca 60 grados de latitud sur, señalando que los barcos japoneses abandonan aguas antárticas. El gobierno japonés acababa de confirmar que la temporada de caza de ballenas ha terminado.
Sakyo Noda de Greenpeace Japón y Melanie Duchi de Greenpeace Estados Unidos, a bordo del barco Esperanza, hablan por radio con la flota ballenera del gobierno japonés. El gobierno japonés acaba de confirmar que este año la temporada de caza ha terminado. El mensaje desde el Esperanza es "Por el medio ambiente, por las ballenas y por vuestra tripulación, NUNCA MÁS"
Una vez sobrepasados los 60 grados de latitud Sur, Melanie
Duchin, responsable de campañas de Greenpeace Estados Unidos a
bordo del Esperanza, habló por radio con el barco siniestrado
Nisshin Maru.
"Nos solidarizamos con vuestro dolor por la pérdida de un
miembro de vuestra tripulación, y somos conscientes del trabajo que
habéis realizado día y noche para reparar el barco, pero ésta debe
ser la última vez que vuestro Gobierno os envíe a la Antártida para
cazar ballenas y poner en peligro este ecosistema. Por el medio ambiente, por las ballenas y por vuestra tripulación, NUNCA MÁS",
dijo Duchin al ballenero.
Minutos antes, la televisión nacional japonesa NHK comunicaba
que la flota ballenera regresaba a Japón.
"Además del sin sentido caza de ballenas dentro del santuario
ballenero reconocido internacionalmente, esta campaña ha estado
marcada por una tragedia humana y una real amenaza para el
ecosistema antártico", aseguró Duchin. “El Gobierno japonés
y la comunidad internacional deben comprometerse ahora a que esta
temporada de caza de ballenas será la última”.
Ahora, el barco Esperanza de Greenpeace se dirigirá a Australia
para poner punto final a la campaña “En Defensa de nuestros Océanos”, que durante 14
meses ha denunciado las amenazadas de los océanos. Esta campaña
comenzó en noviembre de 2005 cuando el buque de Greenpeace puso
rumbo a la Antártida, donde activistas impidieron que 82 ballenas
fueran cazadas y presionaron a las compañías que financian esta
flota para que interrumpieran sus actividades.
- Página web En
defensa de nuestros océanos