Estatua por la paz en Luxemburgo
El informe "Hacia una ley para el control del comercio de
armas" -elaborado por la Escuela de Cultura de Paz de la
Universidad Autónoma de Barcelona- recoge medidas concretas, desde
los criterios para evitar que lleguen armas a destinos "sensibles"
hasta cómo deben ser las licencias del Gobierno en todo el proceso
de comercialización de armas, incluidas la producción,
intermediación y exportación.
Francia ofrece buenos ejemplos de cómo se limitan por ley las
políticas gubernamentales de exportación. Por un lado, establece
explícitamente la obligatoriedad de respetar los embargos de armas
decretados por Naciones Unidas y la Unión Europea, y prohibe
exportar a países cuyas Fuerzas Armadas recluten a niños soldado.
Por otro, establece una completa lista de armas que deben someterse
a controles de exportación, y que incluye las armas para caza y
tiro deportivo como material de defensa, algo que en España no
ocurre.
"Si, por ejemplo, se siguiera el modelo francés, España debería
someter a control la exportación de 37 millones de piezas de
munición a un país como Ghana, al que ahora se exporta libremente
porque se clasifica como material para caza o tiro deportivo",
explica Ricardo Magán, responsable de la campaña Armas Bajo Control
en Intermón Oxfam.
Alemania es la mejor referencia en cuanto a las condiciones para
aprobar o denegar licencias de exportación. Su normativa prohibe
vender armas a países que sufren o participan en conflictos armados
o a lugares donde el estallido del conflicto es inminente. También
prohibe las transferencias a lugares donde las armas puedan usarse
para la represión interna o donde se produzcan graves violaciones
de los Derechos Humanos. Las autoridades alemanas tampoco pueden
autorizar ventas de armas que sean contrarias al Derecho
Internacional o a las decisiones del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas.
"Parecen cuestiones muy obvias pero todos los gobiernos
españoles han incumplido e incumplen estas condiciones cada vez que
autorizan la venta de armas a países como Colombia", explica
Yolanda Román, responsable de Política Exterior de Amnistía
Internacional.
En materia de transparencia, EEUU es el mejor ejemplo a seguir.
"El país que más armas vende en todo el mundo es, además, el que
ofrece un mayor nivel de información, porque nombra el país
receptor, la cantidad de armas y el precio, y hace una descripción
detallada del producto", explica Mabel González, de Greenpeace.
Otros países como Bélgica presentan un informe anual detallado
al Parlamento para su debate. El Reino Unido es especialmente
diligente a la hora de presentar la información: lo hace cada tres
meses, la publica en Internet y mantiene permanentemente
actualizada la lista de licencias concedidas.
En España, aunque se han producido progresos en materia de
transparencia, el gobierno sólo informa semestralmente de las
exportaciones y aporta una información incompleta y tardía, con un
mínimo de medio año de retraso.
Nota informativa:
El pasado 13 de diciembre de 2005, el Congreso de los Diputados
aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley (PNdL) en la que se
pide al Gobierno que presente un proyecto de ley sobre el control
del comercio de armas en el plazo de un año.
Además de la incorporación de buenas prácticas puestas en marcha
por otros países, Amnistía Internacional, Greenpeace e Intermón
Oxfam recuerdan que la ley debe incorporar los acuerdos
internacionales suscritos por España, entre ellos el Código de
Conducta Europeo.