Comunicado de prensa - febrero 26, 2008
Greenpeace WWF/Adena piden a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que exija responsabilidades a dos empresas: Fertiberia y Egmasa, por causar graves impactos ambientales en la Marisma de Huelva. Con este objetivo, estas organizaciones han dirigido hoy una petición orientada a que ambas empresas pongan en marcha las medidas necesarias para prevenir futuros impactos y reparar los ya ocasionados. Asimismo, piden que se sufraguen sus costes, tal y como contempla la Ley de Responsabilidad Ambiental.
Toma de muestras en la estación ST1 en las balsas de Fofoyesos. Expertos del laboratorio francés CRIIRAD especializado en investigación y medición de la radiactividad han confirmado la gravedad del problema radiactivo generado por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva, a causa de sus vertidos de fosfoyesos radiactivos (más de 120 millones de toneladas en unas 1.200 hectáreas de marismas).
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Greenpeace y WWF/Adena subrayan que Fertiberia ha causado un
daño ambiental en los recursos naturales de la Marisma de Huelva
debido a las filtraciones y emanaciones de los depósitos de
residuos construidos por esta empresa. En ellos se ha estado
vertiendo yeso, un subproducto de la planta de fertilizantes que
Fertiberia posee en la margen derecha del río Tinto (Huelva). Cabe
recordar que, según el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN),
Fertiberia genera cada año tres millones de toneladas de
residuos.
De igual forma, exigen a Egmasa que asuma también sus
responsabilidades al haber realizado de forma defectuosa las
labores de restauración de la marisma a las que se había
comprometido. No en vano, Egmasa acordó gestionar los residuos de
Feriberia de forma respetuosa con el entorno e incumplió su
obligación, contaminando el medio natural.
Las reclamaciones que hacen Greenpeace y WWF/Adena se ciñen a
los impactos sufridos desde que entró en vigor la Ley de
Responsabilidad Ambiental, es decir, desde el pasado 30 de abril de
2007. Las actividades realizadas por estas empresas están
contempladas en el Anexo III de esta ley y, por ser de riesgo,
están sujetas a responsabilidad objetiva e ilimitada. Esto
significa que los responsables del daño lo son, independientemente
de que hayan actuado de forma negligente o de que sean culpables.
Asimismo, conlleva que, si se demuestra su responsabilidad, deben
hacer frente al pago de la totalidad del deterioro.
Además, las reclamaciones se apoyan en documentos científicos no
cuestionados. De un lado, el Informe Controles radiológicos en
Huelva sobre los vertidos de fosfoyeos y Cesio 137 en Huelva,
elaborado por la Comisión de Investigación e Información
Independientes sobre la radioactividad, a petición de Greenpeace.
Y, de otro, el Informe de la Sudirección General de Protección
Radiológica Ambiental del CSN sobre la Situación del Centro de
Recuperación de Inertes de las marismas de Mendaña.
De esta reclamación, se ha enviado una copia a la Ministra de
Medio Ambiente, Cristina Narbona, ya que afecta a bienes de
dominio público marítimo-terrestre y las medidas que se tomen han
de contar con su aprobación.