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El 'renacimiento nuclear' de Sarkozy-Brown se queda en un mero intercambio de información

El fiasco económico del reactor nuclear de Finlandia, con sobrecostes multimillonarios y un enorme retraso en los tiempos de construcción, demuestra que la industria nuclear no es competitiva

Comunicado de prensa - marzo 28, 2008
El 'renacimiento nuclear' auspiciado por Nicolás Sarkozy y Gordon Brown, proclamado a los cuatro vientos en los últimos días, se ha quedado tan sólo en un mero intercambio de información sobre seguridad y residuos radiactivos entre ambos países. No hubo anuncio de contratos de reactores, nada concreto y tangible.

Imágenes de activistas de Greenpeace pidiendo el cierre de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres).

"El gran acuerdo Sarkozy-Brown es otra gran nube de humo de la industria nuclear, pura propaganda sin contenido, como lo fue la tan comentada 'revitalización de la energía nuclear' que en enero de 2007 iba a acordar la Unión Europea", -ha afirmado Carlos Bravo, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace.

En diciembre de 2006 y enero de 2007 la industria nuclear emprendió otra de sus infladas campañas publicitarias anunciando por todo lo alto que la Comisión Europea acordaría en su reunión del 10 de enero de 2007 un paquete de medidas energéticas que revitalizaría la energía nuclear.

La realidad es que la Comisión Europea aprobó un paquete de medidas que marcaba como objetivos de obligado cumplimento: a) que las energías renovables constituyan en el 2020 el 20% de la energía primaria de la Unión europea, b) una reducción del 20% de la demanda de energía primaria con respecto al 2005 en el 2020, y todo ello para c) reducir las emisiones de CO2 en un 20% en el 2020 con respecto a los niveles de 1990. En materia de energía nuclear, la Comisión Europea se limitó a expresar que cada Estado miembro era soberano de impulsar esta energía o todo lo contrario pero no se aprobó ningún objetivo vinculante de crecimiento de la energía nuclear en la Unión Europea.

"La industria nuclear no quiere reconocer que no es competitiva, y menos la francesa que es de titularidad estatal y por lo tanto recibe todo tipo de subsidios estatales. La energía nuclear perdió hace muchos años la batalla de la competitividad económica en unos mercados energéticos cada vez más liberalizados" - ha señalado Bravo.

En ese sentido, el caso de la central nuclear de Olkiluoto-3, en construcción en Finlandia, es paradigmático. Oficialmente se reconoce que este reactor acumula ya 2 años de retraso sobre el calendario previsto y un sobrecoste de 1.500 millones de euros sobre lo inicialmente presupuestado.

En el 2001, AREVA (la multinacional francesa, de titularidad pública) hizo grandes promesas sobre el proyecto de su reactor EPR (European Pressurized Reactor) que iba a construir en Finlandia, el reactor Olkiluoto-3. De acuerdo con estas promesas, el reactor iba a ser construido en un tiempo récord de 4 años (el tiempo medio de construcción de los reactores nucleares terminados entre 1995 y 2000 en el mundo fue de 116 meses, es decir cerca de 10 años). Se aseguró que el coste que tendría el reactor de Olkiluoto-3 sería de 2.500 M€, y que además no se necesitaría recurrir a apoyos estatales ni a subsidios de ningún tipo. La industria nuclear hablaba entonces del "renacimiento nuclear": el EPR de Olkiluoto-3 sería su buque insignia.

Hoy en día la realidad es muy diferente. La construcción del reactor empezó en 2005, y tan sólo 2 años más tarde, en 2007, la propia AREVA anunciaba oficialmente en su página web que la terminación del reactor de Olkiluoto-3 se retrasaría por 2 años. Mientras tanto, el coste de la construcción del reactor se ha ido a más allá de los 4.000 M€.

A pesar de las declaraciones previas de la industria nuclear de que el reactor no requeriría apoyos financieros estatales, los bancos públicos de Suiza y Francia han tenido ya que realizar fuertes préstamos para la construcción del reactor. Y, por si fuera poco, lo que agrava aún más la situación, es que se han detectado ya más de 1.500 defectos de diseño y desviaciones de calidad en el reactor, que genera grandes preocupaciones sobre la seguridad del reactor.

En Europa, aparte de Finlandia, sólo Francia está construyendo actualmente un reactor, en estado aún incipiente. Lituania, Rumania, Eslovaquia y Bulgaria tienen planeado construir alguna otra. Por otro lado, Alemania y Suecia tienen programas activos de abandono de la energía nuclear. Otros 12 países no apostaron por la nuclear en su mix energético o la abandonaron hace tiempo (como Italia o Austria). Los demás mantienen una moratoria o han anunciado la intención de cerrar su parque nuclear. "Este último es el caso de España, si el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero finalmente cumplen su compromiso y no terminan defraudando a los ciudadanos" - ha añadido Carlos Bravo.