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El oceanográfico desmiente a pesca y reconoce no conocer el impacto del arrastre de profundidad

En una respuesta remitida a Greenpeace afirma que “no cuenta con datos sobre la distribución de ecosistemas sensibles” en el Atlántico Norte

Comunicado de prensa - agosto 11, 2005
El Instituto Español de Oceanografía (IEO), en una carta enviada a Greenpeace el pasado julio, desmiente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPYA) y reconoce que "su actividad orientada al conocimiento del arrastre de fondo sobre el ecosistema ha sido muy escasa" y "que no cuenta con datos sobre la distribución de ecosistemas sensibles".

Entre cuatro y cinco toneladas de Gallineta (Sebastes Marinus) pescadas por el buque pesquero "Eastern Princess II", arrastrando dentro de la zona económica exclusiva canadiense (200 millas) en una profundidad aproximada de 350 m.

El buque "Eastern Princess II", arrastrando en aguas canadienses

Activistas de Greenpeace despliegan una pancarta con el mensaje -NAFO: ¡Despierta!- frente al arrastrero islandés Petur Jonsson, en aguas internacionales del Atlántico Noroeste.

Activistas de Greenpeace despliegan una pancarta con la leyenda 'LEGAL' en la proa del arrastrero islandés Petur Jonsson, en aguas internacionales del Atlántico Noroeste.

Activistas de Greenpeace fijan una pancarta con la leyenda 'Destructor de las profundidades marinas' en el casco del arrastrero español 'Playa de Tambo', en aguas internacionales del Atlántico Noroeste.

Activistas de Greenpeace muestran una pancarta demandando la protección de los fondos marinos frente al arrastrero español 'Playa de Tambo' en aguas internacionales del Atlántico Noroeste.

La localización de nuestra acción ayer en el mapa

Activistas de Greenpeace en el trayecto del arrastrero estonio Lootus II.

Activistas de Greenpeace en el trayecto del arrastrero estonio Lootus II.

En diciembre de 2004, tras la campaña de Greenpeace en aguas del Atlántico Nordeste para denunciar el impacto de la pesca de arrastre en esta zona, el MAPYA afirmó que el arrastre de fondo en aguas internacionales era una actividad "perfectamente regulada" y que "en ningún caso" afectaba a ecosistemas particularmente sensibles. Ante estas declaraciones, Greenpeace solicitó al Instituto de Oceanografía la información disponible sobre la distribución de ecosistemas vulnerables, como corales de agua fría, corales blandos o esponjas de profundidad, en las zonas en las que faena la flota española (1).

En su respuesta, firmada el pasado 1 de julio por la Directora del IEO, Concepción Soto, este organismo afirma que los estudios realizados por la Administración española se centran en la cuantificación de especies explotadas y pasan de puntillas sobre los ecosistemas de los que dependen estas especies. Soto afirma que "el equipo del IEO implicado en el estudio de las pesquerías de arrastre en aguas internacionales es el de Pesquerías Lejanas, cuya actividad orientada al conocimiento del impacto del arrastre de fondo sobre el ecosistema ha sido muy escasa. Sólo en el área de Hatton Bank y desde el año 2000 se comenzó a recopilar información de especies sensibles".

Además, asegura que "no se dispone de datos concretos acerca del impacto de la flota española que faena con arrastre de fondo sobre el bentos marino ni sobre ecosistemas especialmente sensibles", y añade que "los objetivos de las actividades desarrolladas por el equipo de Pesquerías Lejanas del IEO no estaban orientados hacia el conocimiento del impacto del arrastre de fondo sobre el ecosistema. Los objetivos más próximos de otros proyectos y campañas de investigación relacionados con la evaluación del impacto serían el estudio de las relaciones tróficas y la elaboración de listas faunísticas".

"Éste es precisamente uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos con la explotación pesquera de los ecosistemas profundos. Pescamos en estas zonas sin saber prácticamente nada sobre su ecología ni sobre la biología de sus especies. El resultado es una gestión desastrosa en la que la industria pesquera ha ido agotando los recursos uno tras otro", afirma Sebastián Losada, responsable de la Campaña de Océanos de Greenpeace.

La propuesta española

España presentó el año pasado una propuesta para la regulación de la pesca de arrastre en aguas internacionales. En las zonas reguladas por las Organizaciones Regionales de Pesca, España propone, sobre la base de la información científica existente y un análisis caso por caso, la adopción de medidas para prohibir las prácticas pesqueras destructivas de los ecosistemas marinos vulnerables.

"En este momento es imposible elaborar propuestas que preserven los ecosistemas marinos vulnerables, sencillamente porque desconocemos dónde están. No existe cartografía de los entre 30.000 y 100.000 montes submarinos que hay en todo el mundo, y mucho menos de los corales y esponjas de agua fría", declara Losada. "Con los enormes beneficios económicos que España ha obtenido de la pesca de arrastre en aguas internacionales -España es una de las primeras potencias mundiales- es inadmisible lo poco que hemos invertido en la investigación de la ecología de las zonas profundas", añade.

Greenpeace se encuentra en el área NAFO desde el 26 de julio para documentar el impacto del arrastre de fondo y apoyar la petición de más de 1.100 científicos y de una coalición de más de 50 organizaciones medioambientales de todo el mundo de una moratoria de Naciones Unidas sobre la pesca de arrastre en alta mar que permita a los científicos identificar qué áreas de las zonas profundas necesitan protección y cómo explotar los recursos de las zonas profundas de forma sostenible.

Una de las principales razones por las que una moratoria es imprescindible es impedir que las flotas de arrastre sigan expandíéndose a zonas más profundas, que hasta ahora no habían sido prácticamente explotadas, antes de que los científicos puedan determinar si en estas zonas existen ecosistemas vulnerables. En la respuesta del IEO se afirma que "tan sólo en la serie de campañas que se realiza en Flemish Cap (2) se recopiló información de manera esporádica sobre especies de invertebrados, y desde el año pasado, que se aumentó la profundidad de las pescas en áreas no habituales para la flota comercial, se constató la presencia de esponjas de aguas frías en la zona".

Las esponjas de aguas frías proporcionan una superficie sobre la que muchas especies de aguas profundas pueden desarrollarse, ya que son zona de caza para algunas especies y refugio contra los predadores y las corrientes para otras. Un reciente artículo del Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES) señala la falta de información sobre la distribución de las esponjas de aguas frías y el daño que el arrastre de fondo puede provocar sobre estas especies de crecimiento lento.

Fin del comunicado

Notas:

(1) En las profundidades de los océanos, hasta hace pocos años consideradas desiertos, se hayan organismos de crecimiento muy lento como los corales de agua fría, las esponjas o los corales blandos. Las construcciones que forman estas especies tardan siglos en crecer. Las especies que los habitan, además, crecen muy lentamente y son mucho más sensibles a la sobreexplotación y al impacto de las toneladas de peso de las puertas y cadenas que se arrastran sobre ellas y que destruyen estos fondos.

(2) El Flemish Cap está localizado al Este de Terranova, en el área de regulación de la Organización de Pesca del Atlántico Noroeste (NAFO).