Comunicado de prensa - diciembre 15, 2008
Un año después del primer Día Sin Bolsas de Plástico celebrado por Greenpeace, el balance no podía ser peor: el Ministerio de Medio Ambiente ha dado marcha atrás a su intención de eliminar las bolsas de un solo uso si no están fabricadas con materiales biodegradables para 2010.
El uso de bolsas de plástico va en detrimento de nuestro medio ambiente y tiene impactos sobre la salud humana, un precio oculto pero caro por utilizar un producto fácilmente sustituible.
El 22 de diciembre de 2007, el Ministerio de Medio Ambiente,
dentro del borrador del Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR),
propuso esta medida, que el nuevo borrador de PNIR, de octubre de
2008, echa por tierra al ampliar, tal y como solicitaba la
industria, el plazo de uso de este tipo de bolsas retirando del
texto el plazo máximo para eliminarlas.
Greenpeace exige al Gobierno que restablezca el año 2010 como
fecha límite para el uso de bolsas de plástico de un sólo uso, como
una de las primeras medidas de prevención del PNIR.
"El caso de las bolsas de plástico es muy indicativo de las
prioridades reales del Ministerio en la política de residuos. El
Gobierno no apuesta por la prevención de residuos ni aplica medidas
rigurosas sino que se pliega a los intereses de la industria", ha
declarado Sara del Río, responsable de la campaña de Contaminación
de Greenpeace.
La medida del Ministerio de Elena Espinosa ignora también la
sugerencia del Senado que instó al Gobierno, por unanimidad, a
limitar el uso de las bolsas de plástico y a impulsar estudios para
desarrollar nuevos materiales más ecológicos y biodegradables que
permitan su reciclado y que sustituyan a los plásticos.
El giro de la política del Gobierno es significativo, de hecho
en 2006, el Ministerio de Medio Ambiente firmó un acuerdo
voluntario con los comercios y fabricantes de plástico para reducir
el uso de las bolsas, aunque las entidades firmantes reconocen que
la reducción fue mínima.
Este producto, cuya vida media es de 12 minutos, tiene un
impacto ambiental desproporcionado si se considera lo prescindible
que es y todas las alternativas existentes en el mercado. Algunos
países de nuestro entorno como Francia o Italia, han apostado por
su eliminación en el año 2010
Según los últimos datos, en España cada persona utiliza más de
350 bolsas comerciales de plástico al año. Esto supone 15.300
millones de bolsas anuales, más de 100.000 toneladas de basura que
podrían no generarse. En España sólo se recicla el 10% de las
bolsas que se desechan. El resto acaban en vertederos, quemadas en
incineradoras o dispersas en el medio ambiente. Las bolsas de
plástico convencionales no son biodegradables y pueden tardar
cientos de años en descomponerse en el medio ambiente.