El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la empresa pública Aguas del Tajo, promueve una presa, una carretera nueva y un trasvase en túnel que afectarán a una zona protegida por la Unión Europea, apoyándose en unas demandas sobredimensionadas de crecimiento urbanístico en el corredor entre Madrid y Guadalajara.
Usos tradicionales del río. Imagina un río vivo, imagina un cultivo tradicional, ahora mira la foto. Los cauces de cemento suponen la desaparición de este paisaje donde conviven regadíos y la vegetación de ribera. Greenpeace/ Alonso Torrente.
El pasado 10 de noviembre el Ministerio de Medio Ambiente sacó a
información pública la construcción de un trasvase de agua desde
el alto Sorbe al embalse de Alcorlo (río Bornoba). Ambos ríos se
sitúan en una zona virgen al noroeste de Guadalajara declarada ZEPA
y LIC por la Unión Europea incluida en la Red Natura 2000. Sus
importantes hábitats y especies de flora y fauna son prioritarios y
merecedores de la mayor protección a todos los niveles y
Castilla-La Mancha estudia incluirlos en un Parque Natural.
A pesar de existir otras opciones que no impactan a la red
Natura 2000, Aguas del Tajo ha seleccionado un proyecto afectado,
algo que la Directiva Europea de Hábitats prohíbe expresamente.
Esta infraestructura hidráulica tendría como objetivo trasvasar
volúmenes de agua destinados a presuntos desarrollos urbanísticos e
industriales previstos en el Corredor del Henares para el horizonte
2030. Esta región sufre un aumento especulativo de recalificación
del suelo para ofertar vivienda de nueva construcción. Por ejemplo,
Alcalá de Henares pretende urbanizar el 80% de su término
municipal
A juicio de las organizaciones firmantes, se trata de una obra
sobredimensionada e innecesaria, ya que actualmente se está
ejecutando una tubería desde el embalse de Alcorlo, que
garantizaría sobradamente el abastecimiento de agua a la
Mancomunidad de Aguas del Sorbe, incluso más allá de los plazos y
umbrales de garantía establecidos en el Plan Hidrológico del Tajo.
El trasvase se calcula para una población superior a 800.000
habitantes, el 230% de la actual, y aplica unas dotaciones y
consumos por persona y día de 344 litros, muy por encima de lo
previsto para otros sistemas de abastecimiento en la misma cuenca
hidrográfica como el Canal de Isabel II, que establece 280
l/h/día.
Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF/Adena
lamentan que el proyecto se adelante ahora para evitar el proceso
de planificación hidrológica y la participación pública que exige
la Directiva Marco del Agua para 2008, en el que se tendrá que
definir cómo conseguir el estado de conservación favorable para las
zonas protegidas de la Red Natura 2000. Este proyecto es una vuelta
a la política hidraúlica tradicional, impactante y desfasada,
ignorando las tendencias actuales en las que se apuesta por otras
opciones como la gestión integrada de cuencas, con múltiples
soluciones que pasan por el ahorro la eficiencia y una variada
oferta de obtención de recursos alternativos, como la compra de
derechos a los regantes del Bornoba, compatibles con la idea de
mejora y conservación de nuestros ecosistemas fluviales
El trasvase atenta contra buena parte de la legislación española
en materia de biodiversidad, medio ambiente y aguas,. En concreto,
la presa y el trasvase, que provocará la pérdida de la mayoría del
caudal natural ocasionarán una importante disfunción y propinarán
un golpe definitivo a las incomparables y valiosas alisedas de
ribera del Sorbe, un hábitat prioritario de la Directiva Europea de
Hábitats. La nueva carretera de acceso a las obras infringirá
además un grave impacto en una zona virgen de gran belleza
paisajística y potencialidad para el turismo rural.
Por todas estas razones, las organizaciones enviarán
alegaciones, difundirán el proyecto y denunciarán el caso ante la
Ministra de Medio Ambiente, expresando su más profundo rechazo y
solicitando para el proyecto la declaración de impacto ambiental
negativa.