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El informe energético que la Comisión Europea presenta mañana no revitaliza la energía nuclear

Greenpeace demanda a la Comisión Europea que fije como objetivo un recorte mínimo del 30% de las emisiones de CO2 de la UE para el 2020

Comunicado de prensa - enero 9, 2007
El informe sobre política energética que la Comisión Europea presentará mañana no implicará una revitalización de la energía nuclear, al contrario de lo que falsamente ha propagado el lobby de la industria nuclear. En relación a esta energía, la Comisión plantea en su informe seguir discutiendo sobre asuntos de seguridad nuclear, reiterando su conocida posición de que, debido a lo controvertido de la energía nuclear, cada Estado miembro deberá tomar sus propias decisiones en esta materia.

Central nuclear de Ascó-2 (Tarragona)

Logo de la campaña cambio climático y lucha contra la pobreza.

Activistas de Greenpeace escalando la chimenea de una térmica de carbón para pedir más energías renovables y menos CO2.

Madrid, 26/05/2006 aniversario de la catástrofe de Chernóbil, a las 11 horas de la mañana, activistas de Greenpeace han simulado la presencia de unos 50 cadáveres en la Plaza Mayor de Madrid para recordar a las víctimas del peor accidente de la industria nuclear jamás conocido y denunciar lo absurdo de apostar por un futuro energético basado en la energía nuclear cuando, el 26 de abril de 1986, quedó trágicamente demostrado el peligro para la salud y el medio ambiente de la energía nuclear.

A ese respecto, Greenpeace mantiene que la energía nuclear es un fracaso económico, tecnológico, medioambiental y social.

En rueda de prensa organizada por Greenpeace esta mañana en Bruselas, expertos energéticos de esta organización han criticado que la Comisión Europea no haya tomado suficientemente en serio la necesidad de adoptar medidas ambiciosas de impulso a las energías renovables y a las políticas de ahorro y eficiencia energética para hacer frente al problema del cambio climático.

En ese sentido, Greenpeace exige a la Comisión que fije como objetivo de la Unión Europea una reducción mínima del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2020, en lugar del 20% que la Comisión se está planteando.

Aunque la Comisión reconoce que es necesario actuar de forma urgente para combatir el cambio climático, para disminuir la elevada dependencia del exterior en el suministro de combustibles y para aumentar la competitividad, de acuerdo a las informaciones de que dispone Greenpeace, el  "paquete energético" reflejará que la Comisión sigue anclada en el actual modelo energético, a pesar de reconocer que es insostenible, ineficiente y caro.

"Es particularmente preocupante que la Comisión esté considerando una revisión de la política existente sobre energías renovables, que podría minar la confianza de los inversores en esta pujante y próspera industria", ha declarado Frauke Thies, responsable de la campaña de política energética europea de Greenpeace sobre energías renovables. El capítulo del informe sobre energías renovables ("Renewable Energy Roadmap") propone acordar un objetivo global para las energías renovables en electricidad, transporte y calefacción-refrigeración. "Esto representa abandonar el actual enfoque de objetivos específicos para cada sector, que ha demostrado ser muy efectivo" declaró Thies.

El informe también intenta lanzar un "salvavidas" al carbón, una de las fuentes de energía más contaminante y menos eficiente, dando un fuerte apoyo a las no probadas tecnologías de captura y secuestro de carbono (CCS) en la generación de electricidad. Se necesitará más de una década para probar y desarrollar estas tecnologías y, en caso de que logren funcionar, llevará otra década más lograr implantarlas a una escala significativa.

"La Comisión está ignorando los costes financieros de la captura y almacenamiento de carbono, y su riesgo de fallos, como por ejemplo el problema de las posibles fugas. Además, con este enfoque se distrae la necesaria atención sobre las energías renovables y la eficiencia energética" ha declarado Mark Johnston, responsable de la campaña de política enérgica de Greenpeace.

El apartado del informe sobre el cambio climático hace hincapié en la necesidad de que los países desarrollados reduzcan sus emisiones gases de efecto invernadero en un 30% para 2020. Sin embargo, nada parece indicar que la Comisión vaya a aconsejar adoptar este objetivo internamente, para las emisiones de la propia UE. Desde hace una década, la Unión Europea ha defendido el objetivo de limitar el incremento de la temperatura media por debajo de los 2 ºC. Esto requeriría que la Unión Europea redujese realmente sus emisiones al menos en un 30% para 2020, un objetivo que ha sido aconsejado por países como Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Suecia.

"Si la Comisión recomienda, tal y como se rumorea, un exiguo objetivo de un 20% en la reducción de los gases de efecto invernadero para 2020 para la Unión Europea, la Comisión será acusada de cometer un error garrafal tanto científico como político. Este objetivo indicaría que la Unión Europea no está dando los pasos necesarios para prevenir los impactos más devastadores del cambio climático", ha declarado Mahi Sideridou, directora de la campaña de política energética y clima para la Unión Europea. "La Comisión sería verdaderamente culpable de estar jugueteando mientras el planeta arde", añadió.