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El incendio en la Central de Cofrentes evidencia el peligro de la energía nuclear

Comunicado de prensa - agosto 3, 2007
El grave suceso de ayer en la central nuclear de Cofrentes evidencia de nuevo el peligro de la energía nuclear y la necesidad de pasar urgentemente a un modelo energético seguro y sostenible donde la energía nuclear no tiene cabida.

imagen área de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia

El suceso se debió a un incendio en el transformador principal de la central, donde ardieron más de 90.000 litros de aceite, y que provocó la parada forzosa del reactor, provocando la alarma y preocupación en la población.

Greenpeace exige al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a Iberdrola (propietaria de Cofrentes) que den a la opinión pública explicaciones veraces, detalladas y precisas sobre las causas del suceso y sus implicaciones en la seguridad. La nota de prensa emitida ayer al respecto por el CSN no daba ninguna información relevante, limitándose a informar sobre lo que ya todo el mundo sabía: que se había producido un incendio en la central nuclear.

"El desprecio del CSN a la opinión pública y los medios de comunicación es manifiesto. El CSN debe entender de una vez que está al servicio de los ciudadanos, a quienes debe informar de forma exhaustiva, y que no fue creado para amparar los problemas de la industria nuclear", ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía de Greenpeace.

Precisamente a finales del mes de junio hubo un incendio similar al sufrido por Cofrentes en la central nuclear alemana de Krümmel. A ello se sumó otro accidente, por un cortocircuito en la de Brunsbüttel. La gravedad de estos sucesos trató de minimizarse desde el principio por parte de la industria nuclear y de la compañía eléctrica propietaria de estas centrales, la empresa sueca Vattenfall, pero sus mentiras a la opinión pública y la pésima gestión realizada han provocado un escándalo público que se ha traducido ya en la destitución del Director de Energía Atómica de Vatenfall en Alemania y de su Director de Prensa.

Debido a ello, además, muchos ciudadanos alemanes están cambiando de suministrador eléctrico, ante la falta de seguridad demostrada por las centrales nucleares de Vatenfall. A ese respecto. Greenpeace recuerda a los ciudadanos que también en España hay libertad de elección de suministrador de electricidad.

Por su parte, el Gobierno alemán ha decidido realizar una investigación a fondo de lo ocurrido en Krümmel y ya ha anunciado que se hará una revisión en profundidad del sistema de seguridad nuclear alemán, y que sería recomendable adelantar el cierre de las centrales nucleares más viejas, dentro del plan de abandono progresivo de la energía nuclear en marcha en ese país.

"Greenpeace recuerda al PSOE y al Presidente Zapatero que debe cumplir el compromiso de presentar un plan de cierre de las centrales nucleares antes del fin de la presente legislatura", declaró Carlos Bravo. "Accidentes como el de Cofrentes nos recuerda la necesidad de abandonar la energía nuclear cuanto antes", añádió.

La energía nuclear impide la aplicación de las verdaderas soluciones al problema del cambio climático: las energías renovables y tecnologías de ahorro y eficiencia energética, las únicas energías limpias y eficaces de cara a la reducción de emisiones de dióxido de carbono. La energía nuclear, a causa de su coste económico y sus problemas tecnológicos y medioambientales, no puede tener un papel eficaz y significativo en la lucha contra el cambio climático. Invertir en energía nuclear no es otra cosa que desviar importantes recursos económicos que serían mucho más útiles invertidos en las energías limpias.