España continúa vendiendo armas a países que no cumplen el Código de Conducta de la Unión Europea. El año pasado se exportó armamento a países en conflicto, como Colombia o Israel, a países con algún tipo de embargo o restricción en la importación de armas, como Sudán o Ghana, y a países donde no se respetan los derechos humanos, como Arabia Saudí.
"El año en que se batirá el récord mundial de gasto en armamento
ha sido también el año en el que Naciones Unidas ha sentado las
bases de un futuro Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, y
podría haber sido el año en el que el Parlamento español hubiera
debatido y aprobado una ley para el control y la transparencia de
las exportaciones de armas. Sin embargo, el Gobierno, que ha tenido
doce meses para preparar el proyecto de ley, ha desoído al
Parlamento y a los ciudadanos que piden más control para este
comercio letal", ha dicho Esteban Beltrán, director de Amnistía
Internacional.
Amnistía Internacional, Greenpeace e Intermón Oxfam han
denunciado en reiteradas ocasiones la falta de transparencia en las
ventas españolas de armas y material de defensa, y el
incumplimiento del Código de Conducta de la Unión Europea con la
venta de armamento a países como Colombia, Haití, EEUU, Indonesia e
Israel. En total, cerca del 30 por ciento de los destinos de las
armas españolas no superarían la aplicación estricta del Código de
Conducta, por el que los países europeos se han comprometido a no
vender armas a países en conflicto, en los que se violen los
derechos humanos o en los que impere la pobreza.
"Necesitamos una ley que incluya medidas concretas para el
control del comercio de armas, desde los criterios para evitar que
lleguen a ciertos países hasta cómo deben ser las licencias del
Gobierno en todo el proceso de comercialización de armas, incluidas
la producción, la intermediación y la exportación. Además, el
Gobierno debería incorporar en la ley las mejores prácticas de
países vecinos y los acuerdos internacionales suscritos por España,
para que esta ley sea la más avanzada", explica Juan López de
Uralde, director de Greenpeace.
"No sólo se venden armas a quien no debe tenerlas. Tampoco
sabemos cuánto material de defensa se está prestando o regalando, y
no sabemos si se están vendiendo botes de humo o misiles a un país
como Colombia porque la información que da el Gobierno no es lo
suficientemente transparente. La ley tiene que servir para subsanar
todo esto", explica Ariane Arpa, directora general de Intermón
Oxfam.
Datos oficiales y no oficiales
Según los últimos datos oficiales, en 2005 España vendió armas y
material de defensa por valor de 419 millones de euros a 48 países,
entre ellos países en conflicto o en los que se violan
sistemáticamente los derechos humanos. También vendió tecnologías y
productos de doble uso a 56 países por valor de 58 millones de
euros. Entre estas últimas ventas destacan las transferencias a
China de material nuclear, que podría incluir reactores y uranio
empobrecido.
En cuanto a las ventas conocidas, pero que no aparecen en los
datos oficiales, Amnistía Internacional, Greenpeace e Intermón
Oxfam han mostrado su preocupación en especial por la venta de 6
aviones C-212MP Aviocar a Indonesia. Estos aviones han sido
enviados por piezas y ensamblados en el lugar de destino.
También preocupa el hecho de que España sea el primer exportador
mundial de municiones a África Subsahariana, y esas ventas no
tengan control alguno. Por ejemplo, se vendieron 37 millones de
cartuchos a Ghana en 2004, pero esas ventas ni siquiera precisan
autorización por parte del Gobierno porque se considera munición
para caza. Las ONG piden al Gobierno que siga el ejemplo de países
como Francia e incluya en la ley la necesidad de mecanismos de
control sobre esas transferencias.
La ley debe incluir, al menos, los siguientes elementos:
- Un procedimiento transparente para la autorización de
transferencias, que incorpore un mecanismo de control periódico por
el Congreso de los Diputados.
Garantías para que ese procedimiento se base en la aplicación
estricta y la interpretación escrupulosa de los criterios del
Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de
armas.
- Indicaciones detalladas sobre la información mínima que debe
contener el informe oficial sobre las estadísticas españolas de
transferencias de material de defensa y doble uso, y que debe estar
en consonancia con las mejores prácticas en materia de
transparencia de otros países de la Unión Europea.