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El Gobierno catalán permite inundar de centrales térmicas Catalunya

Comunicado de prensa - abril 1, 2004
El Gobierno catalán autoriza las térmicas mientras la energía eólica sigue bloqueada. La organizaciones ecologistas piden al Gobierno de la Generalitat un ordenación del sector basada en criterios de sostenibilidad energética y medioambiental

Proyección nocturna en la central térmica de As Pontes.

Greenpeace y Ecologistes en Acció de Catalunya han dirigido una carta al Gobierno de la Generalitat advirtiendo la implicaciones ambientales de la avalancha de centrales térmicas de ciclo combinado previstas para los próximos años. Pese a que en el Pla d'energia 2010, redactado por el anterior gobierno, se consideraba que las necesidades energéticas requerían la construcción de centrales térmicas con una potencia de entre 2400 y 2800 megavatios (MW), la realidad es que la potencia total dobla esta cifra, sumando las que se encuentran en funcionamiento, en diversas etapas de tramitación, o en fase de proyecto.

Actualmente, la avalancha de centrales térmicas de ciclo combinado de gas en Cataluña se puede desglosar de la siguiente manera:

En funcionamiento o en avanzado estado de tramitación: dos en la desembocadura del rio Besós, cuyo promotor es ENDESA; dos en el polígon industrial de Tarragona, cuyos promotores son ENDESA, de la primera, e IBERDROLA, de la segunda; y otras dos en la Plana del Vent, en Tarragona cuyo promotor es GAS NATURAL. Total: seis centrales.

En fase inicial de tramite o bien han sido anunciadas como próxima tramitación: dos en el Port de Barcelona, cuyo promotor es GAS NATURAL; una en Martorell, cuyo promotor es GAZ DE FRANCE; tres mas en la desembocadura del Besòs por parte de ENDESA. Total: seis centrales.

Así mismo, todavía se podrían llevar a cabo tres proyectos más: dos unidades anunciadas en diversas ocasiones en Riba Roja d'Ebre (Tarragona), y una unidad más en la desembocadura del Besòs. En total sumarían 15 centrales térmicas que estarían en funcionamiento en el 2010 y que significarían un aumento de más del 50% en la potencia de generación de Cataluña respecto al año 2003.

"El Gobierno catalán está centrando su política energética en combustibles fósiles permitiendo la construcción de centrales térmicas, algunas incluso vulnerando la ley, como el caso de las de Endesa e Iberdrola en Tarragona que se empezaron a construir sin Estudio de Impacto Ambiental"-ha declarado Emilio Rull, responsable de Energía de Greenpeace.-"Es evidente que se necesita consenso para el Plan Eólico catalán y debe estar integrado en el Plan Energético, ya que en Cataluña existe un alto potencial de energías renovables y eficiencia. La realidad es que existe un bloqueo a las renovables, en especial a proyectos de energía eólica que no se llevan a cabo por falta de decisión política. Sin embargo se siguen construyendo centrales térmicas".

Esta proliferación incontrolada de proyectos implica vaciar de contenido algunos de los compromisos del Gobierno de la Generalitat en materia energética: la redacción de un nuevo plan de energía para Cataluña, el control de la construcción de estas centrales mientras no se apruebe dicho plan y la descentralización de la producción de energía. De igual manera, hay objetivos marcados por el Govern que podrían sufrir las consecuencias de esta avalancha de centrales térmicas como conseguir que el 12% de la energía primaria proceda de fuentes de energía renovable o el establecimiento de programas de prevención y control de la contaminación, especialmente necesarios en cuanto a que puede no haber gas para todas las centrales térmicas propuestas y tendrían que funcionar con gas-oil, casi triplicando la emisión de contaminantes.

La puesta en marcha de estas centrales térmicas significa perpetuar el modelo energético basado en combustibles fósiles durante un período mínimo de 20 años, retrasar una transición hacia un sistema energético sostenible, totalmente necesario según los datos que nos llegan de la progresión del cambio climático y los impactos sobre los ecosistemas. También aumentarán los obstáculos para el cumplimiento de los compromisos de reducción de emisiones establecidos en el Protocolo de Kioto.

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