Comunicado de prensa - junio 12, 2008
Martínez Ten ha admitido que la radiactividad de algunas de las partículas encontradas podría superar el límite anual de radiación permitido para el público.
Central nuclear de Ascó, Tarragona
Greenpeace considera que el Consejo de Seguridad Nuclear
(CSN),organismo regulador supuestamente independiente que vigila el
funcionamiento del parque nuclear español, ha perdido toda su poca
credibilidad tras la comparecencia de su Presidenta hoy en el
Congreso de los Diputados.
Carmen Martínez Ten, Presidenta del CSN, ha acusado a los grupos
antinucleares de alertar a la población y de exagerar la
importancia del accidente para desvirtuar la atención sobre la
falta de datos que todavía existe acerca del accidente de la
central nuclear Ascó-I (Tarragona), en un intento ridículo de
evitar asumir responsabilidades.
Sin embargo, el CSN ya ha tenido que reconocer 1.106 veces más
cantidad de radiactividad de la inicialmente aceptada en abril y ha
afirmado que seguirán buscando, y casi seguro encontrando, más
partículas. Ha reconocido también que algunas de las partículas
radiactivas encontradas son tal altamente radiactivas que por sí
solas serían capaces de producir una superación del límite anual de
dosis de radiación permitida para el público.
La organización ecologista denuncia que todavía se desconoce la
cifra total de radiactividad liberada en el escape, el inventario
detallado de las partículas encontradas (en el que se especifique
la radiactividad de cada una), y el protocolo seguido durante la
realización de los análisis radiológicos, entre otras muchas
cosas.
"Estos datos demuestran la obsesión minimizadora del CSN y su
afán por defender a la central nuclear. Si fue un incidente sin
importancia y sin impacto en el medio ambiente, ¿por qué lo
ocultaron durante varios meses?" -ha añadido Carlos Bravo,
responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. "Si la cantidad de
radiactividad emitida no es alarmante, ¿por qué paran la central
tres semanas para limpiarla?"