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El coche del año 2009 emite hasta 256g/km de CO2

Greenpeace advierte que es imprescindible reducir el impacto de los automóviles sobre el clima

Comunicado de prensa - noviembre 17, 2008
Greenpeace ha mostrado su preocupación por la elección como coche del 2009 para Europa del Opel Insignia, ya que no ofrece ninguna mejora en consumo de combustible ni en emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera pueden llegar a los 256 g/km.

Escaladores de Greenpeace ponen una mascarilla a un toro de Osborne para "protegerlo" de las emisiones de CO2 de los coches.

Mientras se presentaba en Navarra el coche del año para 2009, que llega a emitir un 50% más CO2 que la media europea, el secretario ejecutivo del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), Yvo de Boer, recordaba en Bonn la necesidad de reducir las emisiones de CO2 de los países industrializados para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático.

Incluso el motor que emite menos CO2 del modelo galardonado supera en 34 g/km el límite que la UE quiere imponer a los coches que se vendan en Europa a partir de 2012. Además, todos sus modelos de gasolina, incluidos los mal llamados "Ecotec", emiten más de 179 g/km.

"Es indignante que se pretenda confundir al consumidor con nombres tan llamativos como Ecotec cuando detrás se esconde un coche que es una verdadero enemigo para el medio ambiente y la salud de los ciudadanos" ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace.

Según los datos del UNFCCC de emisiones de CO2, todos los sectores, incluido el del  transporte deberán trabajar duro para que se reduzcan sus emisiones también después de 2012, cuando caducan los actuales objetivos del Protocolo de Kioto. Además, la Agencia Europea de Medio Ambiente advirtió de que no será posible para Europa cumplir con su compromiso de Kioto si no se reducen las emisiones del sector y especialmente el del automóvil, que ya supone el 12% del total.

Greenpeace recuerda que General Motors, a cuyo grupo pertenece Opel, no ha destacado por su interés en los últimos años en mejorar sus prestaciones medio ambientales. De hecho, las emisiones medias de los coches que el grupo ha vendido en 2007 en Europa son de 156 g/km de CO2, sólo un 0,6% mejores que el año anterior y un 17% por encima del límite que debería respetar GM si se llevara al cabo la propuesta de la Comisión Europea para limitar las emisiones de CO2 de los coches vendidos en Europa a partir de 2012.

Esto explica por qué la industria muestra una oposición tan férrea a la entrada en vigor de la limitación de las emisiones de CO2 de los coches en Europa para 2012. Alegan, además, que no les queda plazo suficiente para cambiar su producción hacia modelos más eficientes. Sin embargo, el fabricante del Opel Insignia se jacta de que se haya desarrollado el modelo en tan solo 2 años, demostrando que todos los fabricantes de automóviles podrían, con un poco de disposición, desarrollar otros modelos más respetuosos con el medio ambiente aplicando las más básicas tecnologías de eficiencia a sus productos o simplemente eliminando de la producción las dos motorizaciones más potentes.

"Una vez más quedan desmentidas las mentiras del sector automovilístico que vende un engaño verde y supuesta flexibilidad pero, al mismo tiempo, presiona a los políticos europeos para que no les obliguen a llevar al mercado los coches más eficientes porque a pesar de llevar 18 años avisados, todavía no han hecho nada por reducir sus emisiones" ha añadido Pizzinato.

No hay indicio de que el sector automovilístico cumpla con sus promesas de autoregulación para limitar su impacto sobre el clima. Apostar por un turismo de altas prestaciones en potencia y de consumos inasumibles como mejor coche para 2009, reafirma la linea comercial del sector en favor de los coches más derrochadores. Por lo tanto, Greenpeace considera que regular el consumo de carburante y las emisiones de CO2 de los nuevos coches es la política más eficaz que puede llevar a cabo la UE para enfrentarse al cambio climático, al mismo tiempo que reduciría su dependencia de las importaciones de petróleo, y para incentivar las inversiones en tecnologías limpias para la automoción en Europa.

El 4 de diciembre se decidirá sobre la legislación que quiere limitar las emisiones medias de los automóviles que se vendan a partir de 2012 en Europa. Greenpeace recuerda que es imprescindible que en esta legislación queden plasmados dos objetivos obligatorios de reducción de las emisiones medias de la flota de todos los fabricantes a 120 g/km de CO2 y a 80 g/km para 2020, con un sistema de sanciones que garantice el cumplimiento de todos los grupos con un gravamen de 150 euros por gramo y coches que superen los límites impuestos.

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