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El cierre de Zorita debe marcar el principio del abandono de la energía nuclear en España

El gran potencial de las energías renovables y de la eficiencia energética permiten iniciar ya el programa de cierre progresivo de las centrales nucleares

Comunicado de prensa - mayo 4, 2006
Tras años de intensa campaña por parte de Greenpeace y otros colectivos sociales y políticos, que lograron demostrar el funcionamiento peligroso de esta central nuclear y la necesidad del cese de su actividad, por fin se celebra el cierre definitivo de la central nuclear José Cabrera de Zorita (Guadalajara) programado para el domingo 30 de abril, tras 38 años de funcionamiento inseguro.

Se cerró zorita el 30 de abril de 2006. Este cierre, decidido por el Consejo de eguridad Nuclear en septiembre de 2002, fue el fruto de la intensa campaña emprendida por Greenpeace y otros colectivos sociales y políticos, que lograron demostrar el funcionamiento peligroso de esta central nuclear

Greenpeace califica este hecho como una importante victoria para el medio ambiente. "El cierre de Zorita debe marcar el principio del fin de la energía nuclear en España", ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de  Greenpeace. "El enorme potencial de las energías renovables y el amplio margen existente para mejorar la eficiencia energética, permiten el comienzo inmediato del programa de cierre progresivo de las centrales nucleares prometido por el Gobierno socialista y el presidente Zapatero", añadió Uralde.

"El Gobierno debe decidir mañana mismo cerrar la central nuclear de Garoña, otra  central que, como Zorita, está fuera de normativa y sufre graves problemas de seguridad. Es otra `cafetera vieja'", ha añadido Carlos Bravo, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace. Tras el cierre de Zorita, Garoña (en Burgos) será la única central nuclear de las llamadas de Primera Generación que quede en funcionamiento. La otra, Vandellós-1 (en Tarragona), fue cerrada en 1990 tras sufrir un grave accidente en 1989 y está en proceso de desmantelamiento. Esta central también está fuera de normativa y tiene grave problemas de agrietamiento por corrosión en varios componentes de la vasija del reactor. Al igual que Zorita, Garoña es obsoleta y muchas de las conclusiones que tomó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre Zorita para determinar su cierre definitivo se pueden aplicar completamente a la central nuclear burgalesa.

Las energías renovables podrían satisfacer hasta 56 veces la demanda de energía eléctrica en España. La capacidad de generación renovable es tan elevada que se podría plantear incluso la posibilidad teórica de cubrir todas las demandas de energía, no sólo eléctrica, pues equivale a más de 10 veces su demanda de energía total. Estas son las conclusiones del exhaustivo informe realizado para Greenpeace por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas. Según dicho estudio, los recursos renovables están ampliamente distribuidos en el territorio peninsular, por lo que existen infinitas opciones de configurar un mix de generación de electricidad 100% renovable (basado en tecnologías ya disponibles de eólica terrestre, eólica marina, biomasa, solar fotovoltaica, solar termoeléctrica, hidroeléctrica, olas, geotérmica y chimenea solar), excluyendo incluso todas las zonas catalogas bajo alguna figura de protección ambiental (28% del territorio peninsular), e incluso sería técnicamente viable abastecer completamente la demanda energética total con fuentes renovables.

A este importante potencial de las energías renovables, deben sumarse las enormes posibilidades de reducir nuestro consumo energético aumentando al tiempo nuestra calidad de vida y nuestra competitividad como país. En efecto, según los datos oficiales, España es muy ineficiente en el consumo de energía. Entre 1990 y 2003 la intensidad energética (cantidad de energía necesaria por unidad de PIB) crecía un 0,5% anual en promedio en nuestro país mientras que en la UE se reducía en un 1,3% anual. Las medidas de ahorro y eficiencia energética y de gestión de la demanda son además las opciones más eficaces en coste, desde el punto de vista económico. Por otro lado, nuestra dependencia del exterior es ya de un 78% y sigue creciendo. Es una dependencia del 100% en el caso del combustible nuclear (España no produce uranio, y el proceso de su enriquecimiento se hace totalmente en el extranjero) y muy alta en combustibles fósiles.

"El cierre de Zorita es una gran victoria para la salud pública y el medio ambiente." El punto de inflexión en la campaña de Greenpeace contra la central de Zorita se dio el 25 de abril de 2002 cuando un grupo de activistas de la organización logró ocupar la cúpula del edificio del reactor, en protesta por su funcionamiento peligroso. La protesta, que tuvo eco en todo el mundo, dejó en evidencia la falta de seguridad de la central y la falta de independencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que a partir de ese momento, y ante la atenta mirada internacional, no pudo seguir ocultando por más tiempo los problemas de seguridad de Zorita.

En efecto, el 13 de septiembre de 2002, el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear acordaba, por motivos de seguridad, fijar el cese de la actividad de Zorita, estableciendo su fecha de cierre definitivo para el 30 de abril de 2006. Es de recordar que la causa por la cual el Pleno del CSN, en 2002, propuso el cierre de la central nuclear de Zorita, fue la de su falta de seguridad, tal y como denunciaba Greenpeace. A pesar de que la industria nuclear intente ahora disfrazar este acto como un cierre por agotamiento de la vida útil de la instalación o una decisión política, la explicación del voto mayoritario de los Consejeros del CSN es muy clara. Destacamos por ejemplo estas afirmaciones de dicho documento: "La central de Zorita no recibiría hoy el permiso de construcción de acuerdo con la normativa actual debido a debilidades de diseño que afectan a un amplio conjunto de sistemas de seguridad. (...) Las debilidades estructurales de la central han dado lugar, desde 1981, a la ejecución de sucesivos planes de mejora, de gran envergadura, que sin embargo han dejado cuestiones pendientes de resolver hasta el momento presente".

El reiterado incumplimiento de su propia normativa de seguridad, el cúmulo de problemas de seguridad y la pésima cultura de seguridad de los operadores de la central de Zorita, hacían evidente que la argumentación de Unión Fenosa de que Zorita podía funcionar "con plenas garantías de seguridad" no se sostenía en absoluto. La energía nuclear no es la solución ni al cambio climático, ni a la creciente demanda de energía, ni mucho menos a la dependencia energética del exterior. Además plantea graves problemas de seguridad, contaminación e impactos sobre la salud. La gestión de sus residuos es un problema social de enorme envergadura ya que toca los ejes más importantes de la sociedad misma entre los cuales la salud y la economía y hasta hoy no ha encontrado solución.

"Es difícil de justificar que España, el país que tiene la posibilidad de ver su demanda eléctrica cubierta más de 56 veces sólo con fuentes renovables, todavía se plantee si la energía atómica tiene cabida en su futuro energético" ha añadido Carlos Bravo "Hoy hay que celebrar el gran éxito que la jubilación de Zorita supone pero sin olvidar que quedan otros 8 reactores activos en España. Greenpeace trabajará activamente para lograr su cierre progresivo pero urgente".