Activistas de Greenpeace marcan un campo de maíz transgénico experimental con una gigantesca señal de "PROHIBIDO".
Greenpeace demanda hoy en todo el mundo la protección del maíz, señalando cultivos en tres continentes, Europa, Asia y América, con grandes círculos para exigir que no se continúe con la contaminación genética
Las organizaciones firmantes exigen al Gobierno Canario que tome
las medidas oportunas para hacer realidad esta declaración y al
Ministerio de Agricultura que tome nota del abrumador rechazo
social e institucional a su apuesta por los cultivos
transgénicos.
La Plataforma está formada por las organizaciones: Agate, Amigos
de la Tierra, Asociación de Mercadillos de Tenerife, Ben
Magec-Ecologistas en Acción, COAG, El puesto ecológico y la Red
Canaria de Semillas. Colaboran en ella otras organizaciones, como
Greenpeace.
A raíz de las actividades llevadas a cabo por la Plataforma
Canarias Libre de Transgénicos, se ha conseguido esta
importantísima declaración que asienta las bases para desarrollar
medidas concretas que garanticen la conservación de la
biodiversidad y variedades autóctonas únicas en el mundo así como
la no-dependencia de las grandes multinacionales del sector
agroquímico. Las Islas Canarias son, por su riqueza ecológica y
situación geográfica, especialmente sensibles a la pérdida de
biodiversidad y por eso su agricultura ha de ser compatible con el
entorno sin dejar por ello de ser competitiva, algo imposible de
conseguir con la coexistencia de cultivos transgenicos.
"Expresamos hoy una profunda satisfacción pues vemos más cercano
el deseo de una mayoría social que, consciente de los peligros de
estos cultivos manipulados genéticamente, quiere vivir en un mundo
sin transgénicos", ha declarado Juan-Felipe Carrasco, responsable
de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace. "Este pequeño
paso es muy importante en el largo camino hasta que nadie se atreva
a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos en un gigantesco
experimento genético", ha añadido.
Con esta declaración, Canarias se suma a Comunidades Autónomas
como Asturias, Baleares y el País Vasco, y a más de 50 municipios
como Albacete, Vitoria o Palencia que ya han declarado su voluntad
de aplicar el principio de precaución para proteger su medio
ambiente y la salud de sus ciudadanos, declarándose libres de
transgénicos.
"Recordemos que, ante la agresión sin precedentes que suponen
estos peligrosos cultivos, son más de 175 las regiones y más de
4500 los municipios de toda la Unión Europea que se han declarado
libres de transgénicos, lanzando así un claro mensaje a una
Comisión Europea que sigue anteponiendo los intereses de las
multinacionales a los de los ciudadanos y del medio ambiente", ha
afirmado Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción.
"Nos vemos una vez más obligados a recordar que la situación de
los transgénicos en España sigue siendo extremadamente preocupante,
con una absoluta falta de transparencia, inexistente trazabilidad,
descontrol de los cultivos experimentales, y decenas de nuevas
variedades aprobadas o el aumento de superficie con respecto a la
campaña pasada. Por este motivo queremos mostrar nuestra más
profunda satisfacción por esta declaración, que supone un gran
avance para la defensa de los intereses del sector agrario y de sus
habitantes en general." ha añadido Andoni García, miembro de la
ejecutiva de COAG.
España se está quedando cada vez más sola en su apuesta por el
cultivo de maíz transgénico.
"El Ministerio de Agricultura no puede seguir excusándose con la
falta de competencias para mantener la situación actual. Otros
muchos países europeos como Francia han tomado medidas activas para
prohibir estos cultivos y proteger la salud de sus ciudadanos y el
medio ambiente" afirma David Sánchez, responsable del Área de
Agricultura de Amigos de la Tierra. Recientemente, Francia,
principal potencia agraria europea, se sumo a países como Austria,
Polonia, Italia, Grecia o Hungría, que han aprobado moratorias
sobre su cultivo en base a las evidencias científicas sobre sus
impactos.
Lista
de zonas libres de transgénicos