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Crece el rechazo social y político a los planes de Endesa de construir nuevas centrales térmicas de carbón

La Junta de Andalucía confirma a Greenpeace su negativa a aceptar más térmicas de carbón. Mientras más de un millar de personas exigen el abandono del proyecto de ampliación de Carboneras (Almería)

Comunicado de prensa - mayo 4, 2005
Greenpeace ha expresado esta mañana al presidente de Endesa, Manuel Pizarro, el creciente rechazo social y político al que se enfrentan los planes de la eléctrica de ampliar la central térmica de carbón de Carboneras (Almería), que de llevarse a cabo se convertiría en la mayor y más contaminante central de España, alcanzando unas emisiones de 14 millones de toneladas de CO2 al año. Esta reunión fue fijada ayer durante la acción de protesta que realizó Greenpeace en Carboneras.

La Junta de Andalucía, por medio del Viceconsejero de Medio Ambiente, Juan Espadas, así como del Delegado de la Junta en Almería, Juan  Callejón, han confirmado hoy a Greenpeace el rechazo a la construcción de nuevos grupos de carbón en la comunidad andaluza, ni en Carboneras ni en ningún otro lugar, puesto que esta posibilidad no está admitida en el plan energético andaluz ni en la estrategia andaluza de cambio climático.

Además, más de un millar de personas han enviado mensajes por internet al presidente de Endesa, expresando su apoyo a la acción de Greenpeace y exigiendo al abandono del proyecto de ampliación de Carboneras.

Esta mañana el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, ha recibido al director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, y al responsable de energía de la organización ecologista, José Luis García Ortega, en una reunión fijada ayer durante la acción de protesta de Greenpeace en Carboneras. En la reunión, los ecologistas han podido constatar las grandes discrepancias que mantienen con Endesa, puesto que aunque el presidente de la eléctrica reconoció que la generación eléctrica de carbón va a tender a reducirse, en ningún momento ha querido concretar si pretende continuar o no con los planes de ampliación de Carboneras. Greenpeace ha expresado con claridad que construir nuevos grupos de carbón es incompatible con la lucha contra el cambio climático, incluso aunque sustituyesen a otros más viejos, puesto que los nuevos grupos tendrán por delante una vida útil de 30-40 años, lo que comprometería a un nivel de emisiones de CO2 inaceptable a medio y largo plazo.

<i>"El cambio climático no forma parte de las preocupaciones reales de Endesa. Es evidente que para cumplir con Kioto, las autoridades públicas tendrán que impedir a la eléctrica que ponga en marcha más térmicas que con seguridad aumentarán las emisiones"</i>, ha declarado José Luis García Ortega tras la reunión.

Donde sí han constatado su acuerdo Greenpeace y Endesa es en su preocupación por el continuado aumento de la demanda eléctrica, que crece en España muy por encima de la media europea, y en la necesidad de hacerle frente con programas eficaces de gestión de la demanda. Pero los ecologistas han pedido a Endesa una actitud mucho más proactiva en eficiencia energética y en energías renovables, y han entregado a Pizarro el informe de Greenpeace <i>¿Quién controla la energía?</i>, donde se señala a Endesa como una de las 10 eléctricas más sucias de Europa.

Por otro lado, ayer el director ejecutivo de Greenpeace se reunió con la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a la que recordó la necesidad de que no autoricen la ejecución del proyecto de ampliación de la térmica de Carboneras, para que sirva de mensaje claro al sector eléctrico de que no se admitirán más térmicas de carbón. La ministra coincidió con Greenpeace en la preocupación por las dificultades que supone el aumento de capacidad de generación eléctrica con combustibles fósiles para el cumplimiento de Kioto. <i>"Es urgente revisar la planificación energética, tal como prometió el presidente Zapatero, para hacerla compatible con Kioto. Ese nuevo plan tendrá que hacer entender a las eléctricas que el único camino hacia una generación de energía sostenible es el de las energías renovables y no el de la masiva puesta en marcha de centrales térmicas"</i>, ha declarado Raquel Montón, responsable de energía de Greenpeace a bordo del Arctic Sunrise.

El barco de Greenpeace Arctic Sunrise continúa en Almería, donde los representantes de la organización ecologista tienen previstas reuniones con los distintos partidos políticos de la provincia para pedirles que expresen su posición ante la pretendida ampliación de la térmica de Carboneras.