La Junta de Andalucía, por medio del Viceconsejero de Medio
Ambiente, Juan Espadas, así como del Delegado de la Junta en
Almería, Juan Callejón, han confirmado hoy a Greenpeace el rechazo
a la construcción de nuevos grupos de carbón en la comunidad
andaluza, ni en Carboneras ni en ningún otro lugar, puesto que esta
posibilidad no está admitida en el plan energético andaluz ni en la
estrategia andaluza de cambio climático.
Además, más de un millar de personas han enviado mensajes por
internet al presidente de Endesa, expresando su apoyo a la acción
de Greenpeace y exigiendo al abandono del proyecto de ampliación de
Carboneras.
Esta mañana el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, ha recibido
al director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, y al
responsable de energía de la organización ecologista, José Luis
García Ortega, en una reunión fijada ayer durante la acción de
protesta de Greenpeace en Carboneras. En la reunión, los
ecologistas han podido constatar las grandes discrepancias que
mantienen con Endesa, puesto que aunque el presidente de la
eléctrica reconoció que la generación eléctrica de carbón va a
tender a reducirse, en ningún momento ha querido concretar si
pretende continuar o no con los planes de ampliación de Carboneras.
Greenpeace ha expresado con claridad que construir nuevos grupos de
carbón es incompatible con la lucha contra el cambio climático,
incluso aunque sustituyesen a otros más viejos, puesto que los
nuevos grupos tendrán por delante una vida útil de 30-40 años, lo
que comprometería a un nivel de emisiones de CO2 inaceptable a
medio y largo plazo.
<i>"El cambio climático no forma parte de las
preocupaciones reales de Endesa. Es evidente que para cumplir con
Kioto, las autoridades públicas tendrán que impedir a la eléctrica
que ponga en marcha más térmicas que con seguridad aumentarán las
emisiones"</i>, ha declarado José Luis García Ortega tras la
reunión.
Donde sí han constatado su acuerdo Greenpeace y Endesa es en su
preocupación por el continuado aumento de la demanda eléctrica, que
crece en España muy por encima de la media europea, y en la
necesidad de hacerle frente con programas eficaces de gestión de la
demanda. Pero los ecologistas han pedido a Endesa una actitud mucho
más proactiva en eficiencia energética y en energías renovables, y
han entregado a Pizarro el informe de Greenpeace <i>¿Quién
controla la energía?</i>, donde se señala a Endesa como una
de las 10 eléctricas más sucias de Europa.
Por otro lado, ayer el director ejecutivo de Greenpeace se
reunió con la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a la
que recordó la necesidad de que no autoricen la ejecución del
proyecto de ampliación de la térmica de Carboneras, para que sirva
de mensaje claro al sector eléctrico de que no se admitirán más
térmicas de carbón. La ministra coincidió con Greenpeace en la
preocupación por las dificultades que supone el aumento de
capacidad de generación eléctrica con combustibles fósiles para el
cumplimiento de Kioto. <i>"Es urgente revisar la
planificación energética, tal como prometió el presidente Zapatero,
para hacerla compatible con Kioto. Ese nuevo plan tendrá que hacer
entender a las eléctricas que el único camino hacia una generación
de energía sostenible es el de las energías renovables y no el de
la masiva puesta en marcha de centrales térmicas"</i>, ha
declarado Raquel Montón, responsable de energía de Greenpeace a
bordo del Arctic Sunrise.
El barco de Greenpeace Arctic Sunrise continúa en Almería, donde
los representantes de la organización ecologista tienen previstas
reuniones con los distintos partidos políticos de la provincia para
pedirles que expresen su posición ante la pretendida ampliación de
la térmica de Carboneras.