Comunicado de prensa - mayo 12, 2005
El Rainbow Warrior tuvo un caluroso recibimiento: una banda de percusión, un monje budista, el Ministro de Medio Ambiente Sr. Kwak Kyeoul Ho, así como un grupo de mujeres coreanas vestidas con sus trajes tradicionales que bailaron para la ocasión.
Aunque Corea no tiene un programa oficial de caza de ballenas,
si una ballena o un delfín son hallados muertos en una red de
pesca, pueden ser vendidos en el mercado a precios astronómicos: en
2004 el precio medio pagado por un rorcual aliblanco fue de 100.000
dólares. Quizás no es una coincidencia que Corea tenga una de las
tasas de "capturas accidentales" de cetáceos más altas del mundo,
sólo por detrás de Japón.