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Acción del Rainbow Warrior en Indonesia contra la destrucción de los bosques primarios

Una parte importante de las importaciones españolas de tableros contrachapados proceden de las selvas del sureste asiático, asoladas por el problema de la tala ilegal

Comunicado de prensa - abril 11, 2006
Activistas procedentes del buque insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior, han desplegado pancartas de protesta con el lema "Detened la destrucción de los Bosques Primarios" frente al barco MV Ardhianto en el momento que estaba siendo cargado con madera procedente de algunos de los bosques más amenazados del planeta, los Bosques del Paraíso del Pacífico asiático (2).

Cientos de troncos rio abajo, su procedencia probablemente sea el parque nacional Tanjung Puting en Borneo, Indonesia

El barco está siendo cargado con 6.000 metros cúbicos de tablero contrachapado con destino a Japón y Corea y otros 3.000 metros cúbicos para EE.UU. La madera procede del aserradero Henrison Iriana, filial de una de las mayores empresas madereras indonesias, Kayu Lapis Indonesia (KLI), y su destino es Japón, Corea y EE.UU.

En España, tableros contrachapados de madera tropical procedente de Indonesia o Papúa Nueva Guinea puede ser encontrados fácilmente en grandes distribuidores destinados al sector de transformación del mueble o al bricolaje.

Papúa alberga la mayor selva intacta del Pacífico asiático, pero está  siendo destruida a un ritmo sin precedentes por empresas madereras como KLI(3), cuyas prácticas forestales son lamentables. Al menos el 76% de las talas que se realizan en Indonesia, son ilegales(4). La madera robada es vendida a aserraderos como el de KLI, en la propia Indonesia, o "desaparece" por vía marítima para alimentar el mercado mundial.

"Durante los próximos dos días van a estar cargando en dos barcos 9.000 metros cúbicos de contrachapado, el equivalente a 4.500 árboles, con destino a los mercados de países occidentales", ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace. "Horroriza ver cómo empresas sin escrúpulos, como KLI, destruyen los valiosos bosques primarios de Papúa para alimentar un mercado mundial ávido de contrachapado y otros productos madereros baratos".

 Japón es el mayor importador de contrachapado indonesio en 2005 acaparando el 60% de las exportaciones de contrachapado de Indonesia (1.872.943 metros cúbicos); en segundo lugar EE.UU, con un 14%, seguido de la UE, 13%, y China, 9%.

Greenpeace ha descubierto que el aserradero de Henrison Iriana (filial de KLI) en Sorong ha estado recibiendo madera de origen dudoso y potencialmente ilegal durante los últimos años. De este origen dudoso era el 53% de la madera que recibieron en 2002, el 74% en 2003 y el 70% en 2004 (5). Greenpeace está pidiendo a la empresa que demuestre la legalidad de toda la madera que entra en el aserradero y que aporte documentos que aseguren una buena gestión forestal y la localización exacta de las talas para poder asegurar que no proceden de zonas vírgenes.     

El ritmo de destrucción de las selvas de Indonesia son mayores que en ninguna otra masa forestal del planeta. Una superficie de bosque equivalente a seis campos de fútbol desaparecen cada minuto. Hasta el momento Indonesia ha perdido más del 72% de sus grandes superficies de bosque primario y el 40% de sus bosques ha sido completamente destruido(6).

 "Si siguen talando a este ritmo destruirán todos los bosques intactos de Indonesia en 20 años", añadió Soto. "Para proteger estos y otros bosques primarios, los gobiernos de los países productores de madera deben trabajar conjuntamente con los importadores de sus productos para lograr una prohibición del comercio  de madera talada de forma ilegal y destructiva".     

Las talas ilegales no sólo tienen un impacto negativo en los propios bosques, sino también en los millones de personas que los habitan y dependen de ellos para su subsistencia. Entre las comunidades locales cercanas a Sorong está creciendo el descontento y las protestas, ya que consideran que  no están siendo adecuadamente compensados por las operaciones madereras. La mayoría del dinero sale fuera de la región y lo que encuentran tras las talas es, tanto la tierra como los cursos de agua, seriamente degradados.

Greenpeace recibió una invitación del Ministro de Bosques de Indonesia y el Rainbow Warrior está actuando en funciones de "Patrulla contra el crimen  forestal" formando parte de una campaña para dar a conocer la crisis que  está asolando éste y otros bosques primarios. Greenpeace está siendo testigo y documentando las talas ilegales y destructivas en la región y ofreciendo a las comunidades alternativas compatibles con la conservación (7).

Notas:

(1) En este comunicado se habla de Papúa, provincia de Indonesia en la parte occidental de la isla de Nueva Guinea. Papúa Nueva Guinea ocupa la parte oriental de la isla.

(2) Los Bosques del Paraíso se extienden desde el sureste asiático continental, por las islas de Indonesia y hasta Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón en el Pacífico.

(3) http://www.greenpeace.org/international/press/reports/kayu-lapis-crime-file

(4) "Forest Futures Scenario Analysis", Yakarta, octubre de 2004. Esta cifra es conservadora ya que no se incluyen los troncos que salen de contrabando hacia China, Malasia u otros lugares.

(5) Datos aportados por el aserradero KLI al Departamento de Bosques.

(6) Las últimas fronteras forestales. World Resources Institute, 1997.

(7) Al otro lado de la isla de Nueva Guinea, en Papúa Nueva Guinea, voluntarios de Greenpeace están trabajando con los habitantes tradicionales en Lake Murray, provincia occidental, para demarcar las fronteras de sus territorios, un primer paso hacia su protección frente a la industria maderera y una base para desarrollar proyectos forestales responsables en la zona.

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