Comunicado de prensa - octubre 26, 2010
La organización demanda al presidente del Ejecutivo andaluz que resuelva los graves conflictos ambientales que arrastra esta comunidad autónoma.
Esta mañana, una treintena de activistas de Greenpeace se ha situado frente a las puertas del Palacio de San Telmo (Sevilla), sede de la Junta de Andalucía, mientras se desarrolla en su interior el Consejo de Gobierno andaluz.
30 activistas se sitúan en las puertas del Palacio de San Telmo (Sevilla) mientras en su interior se celebra el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.La organización demanda al presidente del Ejecutivo andaluz que resuelva los graves conflictos ambientales que arrastra esta comunidad autónoma.
Greenpeace realiza esta acción pacífica para exigir al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que resuelva los conflictos ambientales en Andalucía y que abandone su dejación de funciones en toda su política medioambiental.
Los activistas han "precintado" simbólicamente este edificio para denunciar la inoperancia de la Junta para proteger la salud pública y el medio ambiente ante los intereses de las empresas. Greenpeace solicita a Griñán que atienda sus demandas y que involucre a los colectivos ecologistas en el diseño de su política ambiental.
"Queremos que Griñán escuche las demandas de la ciudadanía y que vele por los intereses públicos, que es lo mínimo que se espera de un gobierno" ha declarado Sara del Río, portavoz de Greenpeace. "La Junta debe abandonar su desprecio a los colectivos sociales y ecologistas, y hacer su trabajo, que es proteger el medio ambiente y la salud de las personas frente a iniciativas privadas".
Greenpeace presentó la pasada semana el proyecto "Recuperemos Andalucía verde" para incidir en la pobre gestión medioambiental que el Gobierno andaluz realiza desde hace años. La actual política de la Junta se basa en medidas vacías de contenido que se contraponen con un empeño por mostrar una imagen "verde", sumadas a una actitud de menosprecio hacia quienes denuncian esta situación. De hecho, la Junta aún mantiene su silencio tras las denuncias que Greenpeace ha incluido en el informe presentado el jueves en Sevilla, tras la jornada del pasado sábado o ante el manifiesto hecho público ayer lunes.
El informe de Greenpeace hace un balance del drástico cambio sufrido en la política medioambiental de la Junta, que ha pasado de ser hace tres décadas una comunidad autónoma puntera en la protección ambiental a una de las que peor gestiona su medio natural. En la jornada del sábado, inaugurada por José Chamizo, Defensor del Pueblo Andaluz, varias organizaciones expusieron las trabas que se encuentran por parte de la Junta de Andalucía para desarrollar su labor de defensa ambiental.
Asimismo, ayer se hizo público un manifiesto firmado por más de 120 colectivos ecologistas que solicitan a la Junta el abandono de su comportamiento de menosprecio hacia las organizaciones sociales y que reconozca la importancia de su labor, a la vez que favorezca políticas que vayan dirigidas a asegurar la protección del medio ambiente, la salud pública y un desarrollo económico sostenible a largo plazo.