Esta mañana Greenpeace, con el apoyo de Ecologistas en Acción, ha presentado en Sevilla el informe Recuperemos Andalucía Verde. Un informe sobre la política ambiental
de la Junta de Andalucía, en el que se analiza cómo en los últimos años la actitud de la Junta frente a los problemas ambientales que sufre la región no sólo dificulta su resolución, sino que impide un auténtico desarrollo sostenible del medio natural en esta comunidad autónoma.
Recuperemos Andalucía Verde
El informe de Greenpeace hace un balance del drástico cambio sufrido en la política medioambiental de la Junta, que ha pasado de ser hace tres décadas una comunidad autónoma puntera en la protección ambiental a una de las que peor gestiona su medio natural, hasta el punto de que hoy en día en su territorio se registran algunos de los casos más preocupantes de España -e incluso Europa- de destrucción del litoral y del patrimonio natural, así como graves problemas de contaminación.
Greenpeace apunta que más allá de una pobre gestión medioambiental, la actual política de la Junta se basa en medidas vacías de contenido que se contraponen con un empeño por mostrar una imagen "verde", sumadas a una actitud prepotente y despectiva hacia quienes denuncian esta situación. Por este motivo, la ONG ecologista ha presentado también una imagen publicitaria más acorde a la verdadera política de la Junta que ha titulado "Andalucía se pierde" a la que suma el lema "Recuperemos Andalucía verde", y que recrea algunos de los casos más preocupantes de agresión al medio natural andaluz.
"Ni el cambio de presidente de la Junta de Andalucía y de consejero de Medio Ambiente este año han servido de acicate a la Junta para poner freno a su política 'ambiental' interesada y desvinculada del interés general", ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace.
La organización ecologista ha utilizado siete ejemplos de conflictos ambientales en Andalucía para demostrar esta situación. En cada uno de ellos se describe la respuesta que ha dado el Gobierno andaluz. Los ejemplos incluyen graves problemas decontaminación con repercusiones en la salud pública, como los de la bahía de Algeciras, las balsas de fosfoyesos de Fertiberia en Huelva o la mina de las Cruces de Sevilla; de destrucción del litoral, como el hotel de El Algarrobico, el proyecto del macropuerto de Tarifa o el polígono industrial de Las Aletas; pero también de la mala gestión de los montes andaluces, como el caso de destrucción de los recursos naturales en el Paisaje Protegido de Río Tinto, en Huelva.
En este análisis la organización ha puesto de manifiesto una actitud discordante de la Junta con la defensa del interés público que debería abanderar cualquier gobierno.
Y ha sacado a la luz las trabas con las que se encuentran los grupos ecologistas en su labor cotidiana de defensa ambiental, como la dificultad a hora de acceder a la información, el menosprecio de la participación pública, la aprobación de legislaciones que vulneran otras de mayor rango, la pasividad ante las decisiones judiciales contrarias a sus intereses, la negativa de la administración ante demandas ciudadanas o el bloqueo mediático.
En resumen, tras la política de la Junta de Andalucía reside un grave problema de gestión medioambiental, un abandono de la protección de la salud pública y una inaceptable actitud hacia los colectivos sociales, ciudadanos y ecologistas que lo denuncian.
Pasado mañana, sábado 23, varios colectivos ecologistas de Andalucía participarán en la Jornada "Recuperemos Andalucía Verde" que se celebrará en el Museo del Baile Flamenco, y que contará con la presencia del Defensor del Pueblo andaluz, D. José Chamizo.