Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Greenpeace lleva residuos radiactivos al Parlamento Europeo

Comunicado de prensa - octubre 7, 2010
La organización califica como propaganda nuclear la propuesta de nueva Directiva sobre residuos radiactivos de la Comisión Europea.Los activistas han depositado en las puertas del Parlamento dos contenedores en cuyo interior hay residuos radiactivos provenientes de instalaciones nucleares del Reino Unido, Francia, Bélgica y de la minería del uranio en Niger.

Greenpeace ha llevado residuos radiactivos a la puerta del Parlamento Europeo, en Bruselas, para recordar a los eurodiputados que no existe solución al problema de los residuos radiactivos.

Esta mañana, Greenpeace ha llevado residuos radiactivos a la puerta del Parlamento Europeo, en Bruselas, para recordar a los eurodiputados que no existe solución al problema de los residuos radiactivos. Hoy se celebra la última sesión plenaria del Parlamento Europeo antes de que éste tenga que discutir la nueva Directiva sobre residuos radiactivos que prepara la Comisión Europea.

Dos especialistas de Greenpeace en protección radiológica han depositado a las puertas de la entrada al Parlamento Europeo dos contenedores de hormigón con revestimiento de plomo, que contienen cuatro muestras de residuos radiactivos. Al mismo tiempo, varias decenas de voluntarios de Greenpeace han aislado la zona precintándola con cinta de seguridad y después se han encadenado alrededor de los contenedores para garantizar su protección física. Decenas de europarlamentarios y del personal de la cámara han sido testigos de cómo escaladores de Greenpeace, entre ellos un activista español, se han encaramado a los 16 mástiles con las banderas de los países europeos productores de grandes cantidades de residuos radiactivos para colocar en ellas pancartas en las que se puede leer: "No hay solución para los residuos radiactivos" (1).

Los residuos radiactivos fueron obtenidos de localidades públicas desprotegidas: la playa de Sellafield en Reino Unido; el fondo marino en La Hague, en Francia; las orillas del río Molse Nete River, en Bélgica (donde existe una instalación similar al ATC que promueve el Ministerio de Industria español y a su centro de investigación nuclear asociado);  y una mina de uranio en Akokan, Niger (2).

A pesar de su peligrosidad, estos materiales no se clasifican como residuos radiactivos cuando son vertidos al medio líquido o depositados al aire libre al ser productos derivados de las denominadas "emisiones autorizadas" o procedentes de la minería del uranio. Sin embargo, cuando estas muestras son recogidas y depositadas en un contenedor sí son clasificadas como residuos radiactivos que necesitan ser custodiados durante siglos (3).

Otro tipo de residuos radiactivos, como el combustible nuclear gastado y los residuos procedentes del desmantelamiento, son aún más peligrosos y deberán ser custodiados durante cientos de miles de años. No hay ninguna solución técnica satisfactoria que permita garantizar la seguridad del público y del medio ambiente durante tan largos periodos de tiempo y, sin embargo, la industria nuclear sigue produciendo irresponsablemente estos residuos tan peligrosos.

En unas semanas el Parlamento Europeo tendrá que posicionarse sobre la nueva propuesta de legislación nuclear de la Comisión Europea (4). Los borradores preliminares excluyen el tipo de residuos radiactivos que Greenpeace ha transportado hoy al Parlamento Europeo y han ignorado las advertencias de los científicos que afirman que el almacenamiento definitivo de los residuos radiactivos bajo tierra tendría consecuencias desatrosas para el medio ambiente y la salud (5).

"Es escandaloso que los residuos radiactivos que Greenpeace ha entregado hoy en el Parlamento Europeo se estén vertiendo sin trabas en nuestros ríos y mares o se dejen, sin más, acumulados cerca de poblaciones. El sector nuclear no tiene ni idea de qué hacer con estos residuos ni con los residuos nucleares de alta actividad, mucho más peligrosos durante cientos de miles de años, salvo continuar acumulándolos", ha declarado Jan Haverkamp, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace Unión Europea.

"Dado que la inmensa mayoría de estos residuos proviene del sector energético, por lógica el primer paso hacia una solución debe ser abandonar la energía nuclear. La Unión Europea ha aprobado ya planes de abandono progresivo de otras sustancias inviables y peligrosas como el mercurio" ha añadido Haverkamp. "Los europarlamentarios deben asegurar que los residuos radiactivos no son tratados de forma menos exigente. En su estado actual, la propuesta de Directiva es poco más que un ejercicio de propaganda para allanar el camino a la construcción de nuevas centrales nucleares".

Nada más empezar la protesta, Greenpeace contactó con los servicios de seguridad del Parlamento europeo para avisarles de la naturaleza pacífica de la acción y advertirles sobre los residuos radiactivos que se habían transportado. También se informó a la autoridad belga sobre residuos radiactivos, la cual es ahora responsable de custodiar estos residuos.

NOTAS

[1] Greenpeace ha escalado los mástiles de los siguientes países: Bulgaria, Bélgica, España, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Lituania, Holanda, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia y Reino Unido.

[2] La información sobre el contenido radiactivo de las muestras es el siguiente:

Arena (1,2 kg.) de Sellafield (Reino Unido), contaminada radiactivamente por las aguas residuales de la planta de reprocesamiento de combustible nuclear adyacente. La muestra entregada en el Parlamento Europeo contiene 11.670 Bequerelios por kilo (Bq/kg) de Americio-241 y 5.990 Bq/kg de Cesio-137.

El nivel de radiactividad del Americio-241 es 11 veces superior al límite establecido por las autoridades belgas (1.000 Bq/kg). La planta de reprocesamiento de Sellafield, perteneciente a la agencia estatal British Nuclear Decommissioning Authority, procesa combustible nuclear gastado de centrales nucleares del Reino Unido, Canadá, Alemania, España (de las centrales nucleares de Zorita y Garoña), Holanda, Italia, Suecia, Suiza y Japón. En ella se extrae el plutonio y se recupera uranio al tiempo que se producen enormes cantidades de residuos radiactivos, 160 veces más, en volumen, del que entra en el proceso. Parte de esos residuos se emiten al Mar de Irlanda, donde contamina las aguas, las playas, el fondo marino, las plantas y el pescado.

Tierra (300 g.) de una localidad cercana a un venteo de la mina de uranio en Akokan, Níger. Se trata de material radiactivo de la minería de uranio de la empresa estatal francesa Areva, a partir del cual produce combustible nuclear para centrales nucleares de diversos países. La muestra contiene 6.200 Bq/kg de Uranio-238, 6.700 Bq/kg de Radio-226 y 6.900 Bq/kg de Plomo-210. Estos niveles de Uranio-238 son 6 veces más altos que lo permitido por las autoridades belgas (1.000 Bq/kg). La región de la minería de uranio en Níger está siendo sistemáticamente contaminada por polvo radiactivo, residuos sólidos y gas radón procedentes de las operaciones de la minería y de los estériles producidos. Greenpeace encontró contaminación, además de en la zona de venteo, en las calles de Akokan y sobre vehículos en desguaces de chatarreros locales. Mas información en: www.greenpeace.org/international/en/publications/reports/Left-in-the-dust/

Lodo (50 g.) del fondo marino cerca de la planta de reprocesamiento nuclear de La Hague en Francia. Estos lodos están contaminados por la actividad de esta planta de reprocesamiento, propiedad de la compañía estatal francesa Areva. La muestra contiene 1.210 Bq/kg de Americio-241, 2.840 Bq/kg de Cesio-137 y 1.016 Bq/kg de Cobalto-60. Los niveles de Americio-241 son superiores a los permitidos por las autoridades belgas (1,000 Bq/kg). La Hague reprocesa combustible nuclear gastado de centrales nucleares de Francia, Alemania, Holanda, Suiza, España (de la central nuclear de Vandellós-1), Bélgica, Italia y Japón. En ella se extrae plutonio y se recupera uranio al tiempo que se producen enormes cantidades de residuos radiactivos. Parte de esos residuos se vierten al Canal de la Mancha, donde contamina las aguas, las playas, el fondo marino, las plantas y el pescado.

Tierra (1 kg.) de las orillas del río Molse Nete, cerca de Dessel, en Bélgica. El río Molse Nete es contaminado rutinariamente por la fábrica de combustible nuclear FBFC y Belgonucléaire, el almacén temporal de residuos radiactivos de Belgoprocess y el centro de investigación nuclear SCK. La muestra contiene 1.700 Bq/kg de Americio-241 y 1.800 Bq/kg de Cesio-137. Los niveles de Americio-241 están por encima de los limites permitidos en Bélgica (1,000 Bq/kg). En su mayor parte provienen de la instalación de manejo de residuos nucleares en la antigua planta de reprocesamiento Eurochemie y del tratamiento de residuos en la incineradora de residuos radiactivos Cilva. La contaminación se ha extendido a través del río. Sucesivos dragados de éste han arrojado estos lodos en las orillas y en campos de cultivo cercanos. Otras cantidades han sido retiradas y abandonadas en zonas desconocidas, probablemente esparcidas en el campo.

[3] Las autoridades examinarán los residuos para determinar su radiactividad y durante cuánto tiempo deber permanecer aislados del medio ambiente. Este periodo puede ser de hasta cientos de miles de años.

[4] En la segunda mitad de octubre, se espera que el Parlamento Europeo reciba una propuesta de la Comisión Europea de Directiva Euratom sobre residuos radiactivos. De acuerdo al Tratado Euratom, el Parlamento Europeo tiene que informar al Consejo Europeo sobre la legislación nuclear.

[5] Para más información ver el informe de la Dr. Helen Wallace (Rock Solid? A scientific review of geological disposal of high-level radioactive waste, London / Brussels (2010), de GeneWatch UK www.greenpeace.org/eu-unit/press-centre/reports/rock-solid-a-scientific-review

Categorías