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Los activistas de Greenpeace continúan con su acción de denuncia en una plataforma petrolífera en Groenlandia

Están preparados para continuar con su denuncia varios días más, mientras que las operaciones de perforación siguen suspendidas

Comunicado de prensa - septiembre 1, 2010
Los cuatro escaladores de Greenpeace que el martes lograron frenar las labores de perforación de la plataforma Stena Don en la Bahía de Baffin, a unos 190 kilómetros de la costa de Groenlandia, están soportando temperaturas bajo cero en las tiendas de campaña que han colgado en la plataforma, a pocos metros sobre el mar, pero tienen víveres para continuar varios días con su acción.

Cuatro activistas de Greenpeace han logrado eludir un fuerte dispositivo de seguridad y acceder a una plataforma petrolífera de la compañía británica Cairn Energy en Groenlandia. Los cuatro voluntarios se han descolgado de la plataforma y permanecen suspendidos a 15 metros sobre el mar, lo que ha obligado a paralizar las labores de perforación.

Esta mañana, los activistas han vuelto a realizar un llamamiento a la empresa operadora de la plataforma, Cairn Energy, para que deje de buscar petróleo poniendo en peligro el ambiente del Ártico. El activista estadounidense Sim McKenna, uno de los que participa en la acción de denuncia, ha declarado sentirse muy vulnerable colgando en una plataforma petrolífera tan grande, "pero es hora de adoptar una posición contra la perforación en alta mar, especialmente aquí en las aguas árticas que aún permanecen sin contaminar".

Si logran detener las labores de perforación tan solo durante un corto periodo de tiempo, la empresa petrolera tendría serias dificultades para completar la prospección antes de que comiencen las duras condiciones invernales que obligarían a parar las operaciones hasta el próximo año, lo que daría tiempo suficiente para intentar alcanzar una prohibición mundial de estas operaciones en aguas profundas.

El desastre de BP en el golfo de México ha demostrado que hay que buscar alternativas al petróleo. Esta plataforma es la que puede desatar la fiebre del petróleo en el Ártico, lo que supone una gran amenaza para el clima y pone este frágil entorno en riesgo.

Acción de Greenpeace en el Ártico

En la zona se encuentra desde hace nueve días el barco de Greenpeace Esperanza, siempre vigilado de cerca por un buque de guerra danés y una flotilla de barcos de la policía con equipos de operaciones especiales a bordo. A pesar de ello, no han podido impedir que los activistas accedieran al perímetro de 500 metros alrededor de la plataforma, lo que exige la paralización de las actividades según el protocolo de seguridad.

Es probable que la empresa se esté planteando desplazar las labores de prospección unos 100 kilómetros, ya que aún no ha encontrado petróleo en este punto, por lo que la acción de denuncia de Greenpeace podría lograr que este traslado se retrasase o incluso se cancele.

La semana pasada Cairn anunció que había encontrado gas a pocos kilómetros de esta plataforma, pero no petróleo. El frágil entorno al oeste de la isla Disko se conoce como el "callejón de los icebergs", debido a su abundancia en la zona y a las condiciones ambientales extremas. Esto había disuadido a las compañías petroleras de operar en la zona hasta el momento. Sin embargo, las grandes petroleras vienen observando con atención las actividades de Cairn. Si esta empresa, con sede en Edimburgo encuentra petróleo, los analistas esperan que se produzca una nueva "fiebre del petróleo" en el Ártico. Gigantes como Exxon y Chevron, entre otros, ya han comprado licencias de perforación en la zona y realizan los preparativos necesarios para operar.

Jon Burgwald, un activista de Greenpeace a bordo del Esperanza, situado a un kilómetro de la plataforma, ha declarado: "En lugar de dejar que las compañías petroleras perforen en busca de la última gota de petróleo en lugares vírgenes como el Ártico, nuestros gobiernos deben impulsar el desarrollo de fuentes de energía renovable necesarias para combatir el cambio climático y reducir nuestra dependencia de combustibles sucios".

Notas:

-El Gobierno de EEUU calcula que la probabilidad de que se produzca un derrame grave durante el tiempo de vida de un bloque de concesiones petrolíferas en sus propias aguas del Ártico es superior al 20%. Mientras que las probabilidades aumentan con cada licencia adicional concedida. Si Cairn encontrase petróleo en aguas de Groenlandia, el número de pozos podría aumentar dramáticamente. El pozo que está perforando Cairn está a una profundidad de entre 300 y 500 metros, aunque la moratoria introducida por Obama, tras la catástrofe en la plataforma Deepwater Horizon, se aplica a los pozos a mayor profundidad de 152 metros. Cairn se ha negado a publicar un plan de emergencia en caso de vertido y cuenta tan solo con 14 embarcaciones con capacidad de reacción ante un derrame (el vertido de BP en el golfo de México requirió más de 3000 barcos).

-La perforación al oeste de Groenlandia se limita a una "ventana de verano" entre julio y principios de octubre. Después de esta fecha, el hielo impide operar a los buques y no se podrían perforar los pozos de alivio en caso de emergencia. Esta zona se conoce como "callejón del iceberg". Cairn tiene que remolcar continuamente icebergs fuera de su trayectoria para evitar que estos colisionen con el equipo de perforación o utilizar cañones de agua para desviarlos. Si los icebergs son demasiado grandes, la compañía se ha comprometido a trasladar la plataforma para evitar una colisión. El mes pasado, una isla de hielo de 260 kilómetros cuadrados se desprendió del glaciar Petermann, al norte de la isla de Disko y probablemente se dirigirá hacia la zona de perforación

-La Bahía de Baffin es el hogar de entre el 80 y el 90% de los narvales del mundo. La región es también el hábitat de ballenas azules, osos polares, focas, tiburones, cormoranes, aves marinas y numerosas aves migratorias.

-El proyecto de Cairn en Groenlandia representa un nuevo enfoque de la exploración petrolífera moderna. Las empresas asumen enormes riesgos financieros y técnicos, con el objetivo de encontrar una bolsa de petróleo aún no descubierta. La ausencia total de infraestructuras internas de la empresa y de un plan de respuesta a vertidos plantea serios interrogantes sobre la capacidad de Cairn para hacer frente a un accidente en uno de los ambientes más hostiles de la tierra.

-Cairn está dirigido por Sir Bill Gammell, un amigo de la infancia de Tony Blair y de George W. Bush. Según Gammell, la empresa busca una "gran superficie" para tener una amplia zona de exploración, en contraste con las parcelas más pequeñas que se encuentran, por ejemplo, de forma habitual en el Mar del Norte. Los peligros de estas operaciones se manifiestan más claramente en caso de un derrame, donde la ubicación remota de la explotación implica que no exista suficiente infraestructura para llevar a cabo las labores de limpieza con la rapidez necesaria.