Comunicado de prensa - agosto 27, 2010
Greenpeace ha presentado alegaciones al borrador de anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados. El texto pretende trasponer la Directiva Marco de Residuos (DMR) tal y como exige Bruselas antes de finales de 2010. Sin embargo, el documento elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino marca objetivos poco ambiciosos y desalentadores en aspectos como la reutilización o el reciclaje.
Greenpeace aclara que la construcción de una incineradora no es la solución a la pésima gestión de residuos de la Diputación de Guipúzcoa
El anteproyecto deja la puerta abierta para que la incineración de residuos pueda ser considerada como una alternativa, algo que eufemísticamente se denomina como "valorización energética". Si bien la DMR todavía contempla esta técnica, España no tiene ninguna necesidad de recogerla en su propuesta de trasposición. El Ministerio tiene todos los datos y argumentos necesarios que demuestran que la incineración es el peor de los sistemas de tratamiento, por su alto coste económico, sanitario, laboral y ambiental. Por lo tanto, sólo es necesario voluntad política para hacerlo.
Además, no plantea la retirada definitiva de las bolsas de plástico de un solo uso hasta el año 2018. Para Greenpeace esto es inadmisible, ya que muchas grandes superficies han necesitado escasos meses para retirarlas de sus establecimientos, por ello, propone que el año 2014 sea la fecha tope para retirarlas del mercado definitivamente.
"El anteproyecto es una declaración de intenciones, que no fija la reducción, separación y reciclaje como una obligación para todos. Los malos datos de recuperación de residuos logrados hasta ahora muestran que el sistema ha fracasado, por lo tanto, insistir en lo mismo es apostar de nuevo por un fracaso en la gestión de nuestras basuras", ha declarado Julio Barea responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace.
En sus alegaciones Greenpeace propone además incluir la certificación forestal para mejorar la calidad del reciclado de los materiales procedentes de la madera y sus derivados. Tanto los envases como las etiquetas fabricados a partir de madera constituyen una alternativa mucho más sostenible que otras tóxicas como los plásticos, o más costosas y contaminantes como el aluminio.