Comunicado de prensa - agosto 11, 2010
Greenpeace lamenta las recientes declaraciones del consejero de Medio Ambiente del Principado de Asturias, Francisco González Buendía, donde afirmaba que “la incineradora no es aplazable”, porque además de no es cierto, demuestran la falta de voluntad política para dar una alternativa a una instalación cara, insalubre y nociva para el medio ambiente, como sería la planta de Serín.
Imagen de una incineradora.
Francisco González Buendía falta a la verdad cuando afirma categóricamente que la planta de Serín no es aplazable por el colapso del vertedero. Hay que recordar que se ha llegado a esta situación por la pésima gestión llevada a cabo por su Consejería, que además, ha incumplido tanto las leyes nacionales y los planes autonómicos en cuanto a recuperación y reciclaje. Por otra parte, la incineradora necesitará un gran vertedero para enterrar en él los residuos tóxicos y peligrosos generados por la planta.
"El consejero Buendía ve en la planta de Serín la solución a un problema originado en gran medida por su mala gestión, apostando además por la peor alternativa posible, que hipotecará durante décadas el desarrollo sostenible de Asturias", ha declarado Julio Barea responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace.
La apuesta por quemar residuos es la peor de la soluciones como ha demostrado Greenpeace en su último informe socioeconómico. La incineración de residuos en cifras, donde queda claro que los costes ambientales y sociales de la quema de basuras hacen totalmente inviable esta técnica. Recuperar y reciclar supondría crear hasta 39 veces más empleo que incinerar, es sola una de las conclusiones de este informe.