Comunicado de prensa - junio 16, 2010
Greenpeace da la bienvenida al anuncio hecho por la Unión Europea (UE) del acuerdo alcanzado para impedir la entrada de madera de origen ilegal en el mercado europeo. Esta decisión es el resultado de intensas negociaciones durante los últimos dos años y de varias décadas de campañas de organizaciones como Greenpeace contra las talas ilegales en todo el mundo. Hoy, la Presidencia Española de la UE, y los negociadores del Parlamento y la Comisión han acordado un texto, aunque deberá ser debatido y ratificado por el Parlamento Europeo y el Consejo.
Camiones cargados de madera de tala ilegal, en la carretera BR-163 (Brasil), para su exportación a los países ricos.
"Desde mediados de la década de los 90, Greenpeace ha intentado evitar la entrada de barcos con madera en los puertos europeos, hemos denunciado la utilización de madera ilegal en obras públicas y hemos demandado un marco legal que evitara la complicidad del mercado europeo con la destrucción forestal", ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques y Clima de Greenpeace España. "Hoy es un gran día. Hoy vemos que todas aquellas acciones han servido para algo".
Esta ley mandará una señal clara al mercado que contribuirá a provocar cambios positivos en la industria forestal y en la calidad de la gestión forestal de los bosques del planeta. Las empresas en Europa deberán establecer sistemas de trazabilidad entre las concesiones forestales y el mercado que minimicen el riesgo de proceder de talas ilegales. La ley supone un refuerzo al Programa para la aplicación de las leyes, gobernanza y comercio (FLEGT por sus siglas en inglés), programa que también incluye una serie de acuerdos bilaterales con los países tropicales para prevenir la importación europea procedente de talas ilegales.
Greenpeace también valora que el texto acordado no es suficiente para abordar la magnitud del problema. En particular, el régimen de sanciones y multas es muy poco ejemplarizante, la fecha de aplicación de la regulación se demora dos años a partir de su aprobación, y los materiales impresos (libros por ejemplo) estarán exentos, al menos, durante los próximos 5 años.
Una mayoría de los países europeos han apoyado esta regulación. Solamente un pequeño grupo de países, Suecia y Portugal entre ellos, ha intentado echar por tierra el proceso y están todavía mostrando su oposición ante este gran avance para el planeta.
"Si esta ley es aprobada, la madera de origen ilegal no podrá ser vendida en Europa. Así, uno de los mayores mercados de productos forestales del mundo, Europa, cerrará sus puertas a productos procedentes de la deforestación y la destrucción de la biodiversidad. El mercado negro de productos forestales tiene frecuentemente vínculos con las organizaciones criminales y con los conflictos, y causa un daño ambiental irreversible. Con esta ley, este mercado de productos forestales baratos no tendrá cabida en Europa", ha concluido Soto.