Activista de Greenpeace distribuyendo la Lista Roja de Especies Pesqueras en un supermercado.
Los dos distribuidores LIDL (con el 45,2%) y Carrefour (con el 40,02%) han conseguido una puntuación que les sitúa en el espectro naranja, lo cual muestra una preocupación por la situación en la que se encuentran los océanos. Ambas cadenas cuentan con una política de compra sostenible de pescado y están eliminado progresivamente las especies más vulnerables procedentes de métodos destructivos de pesca. La peor posición del ranking es para El Corte Inglés (15,72%) y ha sido superado también por Alcampo (24,34%), Eroski (21,78%) y Mercadona (19,18%).
Alcampo anunció el pasado año 2009 la retirada de sus mostradores de especies en peligro como tiburones, gallinetas y platija americana. A pesar de estos avances en la dirección correcta, continúa en rojo en el listado, junto a Eroski y a Mercadona, ya que aún deben mejorar en todos los criterios para aumentar la sostenibilidad de sus productos pesqueros e informar a sus clientes.
El Grupo El Corte Inglés ocupa este año el último lugar del ranking de Greenpeace. A pesar de mantener un diálogo con la organización, no ha mostrado ningún avance con respecto a las dos ediciones anteriores, no hay un compromiso de retirada de especies en peligro que formen parte de su oferta y no muestra responsabilidad en garantizar la trazabilidad total de los productos pesqueros que ofrece.
Los grandes distribuidores y supermercados tienen el poder de cambiar la industria pesquera, exigiendo a sus proveedores que sólo les suministren pescado obtenido de forma sostenible (3). "Las grandes superficies comercializan casi el 70% de los productos pesqueros que se consumen en España, por lo que tienen la responsabilidad de dejar de ser cómplices de la destrucción de los océanos, desarrollar políticas de compra sostenible y provocar así un "efecto dominó" en el resto de supermercados y centros de venta de pescado", ha declarado Paloma Colmenarejo, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace.
"El mar ha dejado de ser una "fuente inagotable de recursos" y cada vez quedan menos peces que capturar si nos empeñamos en hacerlo con métodos destructivos y a tal intensidad que no permitimos la recuperación de las especies", ha añadido Colmenarejo.
Para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las pesquerías y de los ecosistemas marinos, Greenpeace pide la declaración de una red global de Reservas Marinas y una gestión sostenible de las pesquerías basada en el principio de precaución y con un enfoque ecosistémico. Hoy los supermercados pueden ayudar a los océanos asumiendo las demandas de productos sostenibles por parte de los consumidores y retirar de su oferta de venta todo el pescado que provenga de pesquerías:
- que capturen especies amenazas, en peligro, vulnerables o con falta de información sobre su gestión;
- que causen destrucción de su hábitat o que supongan alteraciones del ecosistema;
- que causen impactos negativos en otras especies no objetivo;
- que no estén reguladas, que la gestión sea pobre o que estén relacionadas con la pesca ilegal;
- que causen impactos negativos en las comunidades locales que dependen de actividades pesqueras.
NOTAS
(1) Informe disponible en:
http://www.greenpeace.org/espana/reports/100506
(2) Tercer Ranking de Supermercados de Greenpeace disponible en
http://ranking3.greenpeace.es
1º LIDL 45,21%
2º Carrefour 40,02%
3º Alcampo 24,54%
4º Eroski 21,78%
5º Mercadona 19,18%
6º El Corte Inglés 15,72%
(3) Greenpeace fundamenta sus criterios para una pesa sostenible en el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO y define una pesquería sostenible como aquella cuya práctica puede llevarse a cabo indefinidamente sin reducir la población de las especies objetivo, manteniendo su capacidad de pesca y sin ejercer un impacto negativo sobre otras especies dentro del ecosistema, incluidas las personas.