Comunicado de prensa - marzo 21, 2010
En la víspera del Día Mundial del Agua, que este año se celebra con el lema “Agua limpia para un mundo sano”, Greenpeace recuerda que España aún tiene como asignatura pendiente la protección de sus recursos hídricos frente a la contaminación. Una de las principales medidas que se tienen que llevar a cabo es la aplicación de la Directiva Marco de Aguas, entre cuyos objetivos se encuentran la caracterización de la contaminación en Europa, así como la eliminación progresiva de las sustancias prioritarias y peligrosas.
Greenpeace hace mediciones en el Guadaira y el Guadalquivir y concluye que las tres cuencas andaluzas presentan un estado de calidad del agua "muy deficiente"
La Directiva Marco del Aguas fijaba finales de 2009 como la fecha límite para que los Estados miembro presentasen los Planes de Cuenca Hidrográfica en los que se presentaba un análisis de la situación y se establecían las medidas necesarias para alcanzar los objetivos de calidad europeos.
Sin embargo, España se encuentra muy alejada de este plazo, puesto que sólo 2 de sus 24 demarcaciones hidrográficas (Cuencas Internas de Cataluña y Baleares) han comenzado el proceso de consulta pública del borrador del plan, lo que tendría que haber comenzado a finales de 2008. Los únicos países que se encuentran más retrasados, puesto que ninguna de sus demarcaciones hidrográficas han comenzado el proceso de consulta pública los borradores de los planes, son Portugal, Grecia y Chipre.
«España va en el vagón de cola de la Unión Europea en la protección de sus aguas. En un país donde el agua dulce es un bien escaso, se necesita un esfuerzo mayor de las administraciones para asegurar una gestión racional», ha declarado Sara del Río, responsable de la campaña contra la Contaminación de Greenpeace.
Respecto a la contaminación química, Greenpeace ha detectado que la información entre las diferentes demarcaciones es muy dispar, además de que no se gestiona de forma integral la información que surge de la aplicación de directivas referentes a los vertidos industriales. Esta situación impide que se realice un análisis completo del problema para establecer medidas eficaces y homogéneas que combatan la contaminación química.
«La contaminación química de las aguas es una de las agresiones menos atendidas, a pesar de que un 73% de los españoles, según el Eurobarómetro, la percibe como una de las principales amenazas y que varias leyes europeas pretenden darle solución», ha concluido Del Río.