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Greenpeace celebra el rechazo de la Asamblea de Extremadura a albergar el cementerio nuclear

Comunicado de prensa - febrero 18, 2010
Ante la aprobación hoy por unanimidad en la Asamblea de Extremadura al pronunciamiento por el que rechazan la instalación del cementerio nuclear centralizado en esta comunidad autónoma, Greenpeace celebra que muestren su oposición y pide al Gobierno que paralice el proceso abierto por el Ministerio de Industria.

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Asimismo, la organización ecologista recuerda que todas las comunidades autónomas en las que se encuentran los municipios que han presentado su candidatura al Ministerio de Industria han mostrado su rechazo a albergar esta instalación, en la que se encontrarían todos los residuos radiactivos de alta actividad de todas las centrales nucleares españolas.

Ayer las Cortes de Castilla y León se sumaban a la negativa ya expresada por las Cortes de Castilla-La Mancha el pasado 1 de febrero, al del Parlamento de Cataluña (en 2008, y refrendado el pasado 25 de enero por el propio presidente de la Generalitat, José Montilla) y al de las Cortes Valencianas (en 2006).

Ante ese rotundo rechazo territorial al proyecto de Miguel Sebastián de construir un cementerio nuclear centralizado, sumado al rechazo social que ha generado el proyecto, Greenpeace considera que el proceso emprendido por el Ministerio de Industria se pude ya considerar como un fracaso.

Por ello, Greenpeace pide al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que paralice este proceso, que se ha caracterizado por su falta de transparencia, por haber evitado la participación pública, por la actuación a espaldas de los ciudadanos o por la búsqueda negociada en secreto de candidatos. Ejemplo de esto último ha sido la negociación con la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares, AMAC, mediante el ofrecimiento de compensaciones económicas con dinero público por parte del Ministerio de Industria a cambio de que Ascó y Yebra presentaran sus candidaturas.

Desde el principio, Greenpeace calificó el proceso iniciado por el Ministerio de Industria como antidemocrático, además de contradictorio con las promesas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien reconoció en el Congreso de los Diputados la necesidad de lograr un amplio y previo consenso social sobre la gestión de los residuos radiactivos para poder avanzar en la solución de este grave problema (1).

"Si el Gobierno quiere resolver el problema de los residuos radiactivos y cerrar de una vez el debate nuclear, tendrá que poner sobre la mesa un buen plan de cierre de las centrales nucleares, paso necesario para poder avanzar hacia un modelo energético sostenible. Sólo así conseguirá paz social al respecto", ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. 

NOTA

(1) Zapatero dijo en el Congreso de los Diputados durante el Debate del Estado de la Nación del 30 de mayo de 2006: "Y paralelamente también está el tema de los residuos, que exige, sin duda alguna, un amplio consenso social de organizaciones defensoras del medio ambiente, que exige el mayor consenso territorial posible y ojalá el mayor consenso político, porque, como muy bien sabe S.S., es un problema de hondo calado".

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