A las 15.30 del día 3 de diciembre, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, firma el Tratado internacional que prohíbe las bombas de racimo.
"Los primeros 30 estados que han ratificado la Convención sobre las Bombas de Racimo deben sentirse orgullosos del papel central que han tenido a la hora de contribuir a poner fin para siempre al sufrimiento causado por estas armas crueles e injustas" afirma Thomas Nash, Coordinador de la Cluster Munition Coalition. "Para aquellos que todavía no lo han hecho, el 2010 es el año indicado para colocarse en el bando correcto de la historia, y sumarse a la prohibición antes del Primer Encuentro de Estados miembro que se hará en noviembre".
Los treinta países que han ratificado incluyen estados que lideraron el esfuerzo del proceso de Oslo para crear la Convención -Noruega, Austria, la Santa Sede, Irlanda, México y Nueva Zelanda- estados donde las bombas de racimo han sido usadas -Albania, Croacia, Laos PDR, Sierra Leona y Zambia- países que almacenaban bombas -Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Moldavia, Montenegro y Eslovenia-, así como España, el primer país firmante que completó la destrucción de stocks. Otros países que han ratificado son Burkina Faso, Burundi, Luxemburgo, Macedonia, Malawi, Malta, Nicaragua, Níger, San Marino y Uruguay.
Un total de 104 países han firmado la convención desde que se abrió a la firma en Oslo en diciembre del 2008. El texto prohíbe el uso, la producción, el almacenamiento y la transferencia de bombas de racimo. También establece la limpieza de las áreas contaminadas por bombas que no han explotado y determina la provisión de asistencia para las víctimas de estas armas.
Cuando la Convención sobre las Bombas de Racimo entre en vigor el 1 de agosto de 2010, el próximo hito será el Primer Encuentro de Estados Miembros, que está programado para que se celebre en Laos PDR a finales del 2010. Laos es el país más contaminado por bombas de racimo como resultado de los bombardeos de los EE.UU. hace más de treinta años.
La CMC, de la cual son miembros la Fundació per la Pau, Greenpeace, Justicia i Pau y el Moviment per la Pau se muestra muy satisfecha con el hito logrado y espera que, aun cuando no es imprescindible para que el Tratado entre en vigor, más países lo ratifiquen. Además, está trabajando con supervivientes de las bombas de racimo para garantizar que los países no firmantes dónde se han usado estas armas -como por ejemplo Camboya, Irak, Serbia, Tayikistán y Vietnam- se sumen a la convención con la mayor brevedad posible.
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