Greenpeace demuestra el uso de la energía solar en la Plaza de las Palomas
Greenpeace se opone a cualquier actuación fraudulenta, por lo
que está de acuerdo con la propuesta del Ministerio de dejar sin
derecho a prima a cualquier instalación que no cumpla la normativa,
pero rechaza cualquier intento de criminalizar la energía solar
fotovoltaica, cuyos beneficios ambientales y sociales están
ampliamente contrastados, y que por tanto sigue siendo merecedora
del régimen de apoyo que le permita avanzar por su curva de
aprendizaje.
Para la organización ecologista, el Gobierno no puede eludir su
responsabilidad por haber aprobado una mala regulación, al fijar
una fecha (el pasado 29 de septiembre) para una bajada brusca de
las primas. Esto fomentó una alocada carrera para conectar las
instalaciones fotovoltaicas antes de esa fecha. Ahora se quiere
inspeccionar lo que no se vigiló en el momento de la
instalación.
"Cabe preguntarse cómo es posible que si una instalación ha
obtenido el acta de puesta en marcha, no tenga instalados en ese
momento todos los equipos necesarios para realizar la actividad que
se le autoriza. ¿Para qué sirve y qué certifica entonces el acta de
puesta en marcha? ¿Quién es responsable de que se conceda la puesta
en marcha sin que se reúnan todas las condiciones para operar
reglamentariamente?", ha declarado José Luis García Ortega,
responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de
Greenpeace.
Greenpeace propone que el procedimiento de verificación se base
en la presencia de inspectores que actúen en nombre de la
Administración pública como condición necesaria para poner en
marcha una instalación y poder acogerse al régimen especial.
La exigencia de demostrar que se está actuando legalmente como
condición necesaria para cobrar debería hacerse extensiva a todas
las tecnologías de generación, más aún para aquellas que pueden
dañar al medio ambiente o la salud. El daño causado por las
instalaciones fotovoltaicas irregulares es, como mucho, únicamente
económico. Sin embargo, tecnologías que sí pueden causar daños,
además de económicos, al medio ambiente y la salud, no son objeto
del mismo celo inspector. Así, sorprende ver cómo ante sucesos tan
graves como la liberación de radiactividad de la central nuclear de
Ascó, el Ministerio de Industria no ha exigido al Consejo de
Seguridad Nuclear una evaluación de la cantidad total de
radiactividad liberada, y se ha limitado a aceptar propuestas de
sanciones mínimas por parte del CSN.
"Del mismo modo que el Ministerio propone sacar del régimen
especial, a efectos económicos, a las instalaciones fotovoltaicas
que no acrediten el cumplimiento de la norma, el Ministerio debería
sancionar a las operadoras de centrales nucleares que incumplan las
normas con la retirada del permiso de explotación, especialmente si
han estado operando a sabiendas del incumplimiento, y más aún si se
han producido hechos tan graves como la liberación de partículas
radiactivas", ha declarado José Luis García Ortega.
Todo lo acaecido con la energía solar fotovoltaica en España, en
especial durante el último año, debería ser motivo de reflexión en
varios aspectos:
a) La fotovoltaica es la tecnología que más rápido puede
instalarse y ponerse en servicio. El mercado está preparado para
reaccionar extraordinariamente rápido si se dan los incentivos
apropiados.
b) La regulación a través de incentivos al kilovatio-hora
generado, mediante primas o tarifas, realmente funciona y consigue
que se realicen las inversiones, que se instalen las plantas y que
generen tanta electricidad como sean capaces.
c) La remuneración no debería cambiarse de modo abrupto, sino
evolucionar suavemente. Las primas se pueden y se deben reducir con
el tiempo, para seguir, e incluso anticipar, el avance de la
tecnología fotovoltaica por su curva de aprendizaje. Pero con un
cambio progresivo (por ejemplo una reducción de pequeñas cantidades
de céntimos/kWh cada mes) probablemente no se darían situaciones de
crecimientos y decrecimientos explosivos como los vividos en
España.
d) Se debería establecer un objetivo mucho mayor para la energía
solar fotovoltaica, acorde con las capacidades de la tecnología y
del mercado, ya que la fotovoltaica realmente alcanza los objetivos
que se le piden. Esto debería reflejarse adecuadamente en el
próximo Plan de Energías Renovables 2020.