Somos muchos los que admiramos a los países nórdicos, no sólo por su maravillosa y cuidada naturaleza o por su sistema de protección social, sino también por su civismo y ecuanimidad. Por estas razones nos resulta muy difícil comprender la situación que Juancho López de Uralde, director general de Greenpeace en España, está viviendo en una cárcel danesa. Los hechos son los siguientes.
Imagen de la concentración por la libertad de Juantxo y los demás activistas de Greenpeace detenidos en Dinamarca en Albacete.
El día 17 de diciembre se celebraba la cena de gala que ponía
colofón a la cumbre de Copenhague. Un portavoz de Greenpeace avisó
a la policía danesa de que coincidiendo con este evento se iba a
producir un acto de protesta pacífico organizado por esta ONG. A la
hora de la cena dos coches con matrículas falsas de C.D. y con los
emblemas de Greenpeace dejaron a las puertas del lugar de la cena a
cuatro activistas. López de Uralde y una compañera de Greenpeace
entraron en el local con una acreditación de "Jefe de Gobierno de
la Madre Tierra Greenpeace". Una vez dentro, desplegaron dos
pancartas que decían "los políticos hablan, los líderes actúan".
Inmediatamente fueron detenidos y llevados a comisaría.
Desde ese día y bajo los cargos de suplantación de personalidad,
allanamiento de morada y falsificación de matrículas, están
encarcelados en régimen de aislamiento para (a petición de la
policía) evitar el riesgo de fuga y la destrucción de pruebas. Este
tratamiento se aplica a terroristas y a delincuentes extremadamente
peligrosos. El presunto terrorista que atacó al autor de las
viñetas de Mahoma en Dinamarca, va a estar en régimen de
aislamiento dos semanas, menos tiempo que el que ya llevan en ese
régimen los activistas de Greenpeace.
Greenpeace a lo largo de su historia se ha presentado siempre a
todos los juicios a los que se le ha citado y en este caso se ha
puesto a disposición de la policía para completar las pruebas que
se le solicite. Por otra parte y hasta el momento no se ha
interrogado a ninguno de los detenidos.
Entre el siete y el catorce de enero el juez fijará fecha para
el juicio, decidiendo en ese momento si los activistas siguen en
régimen de aislamiento, en condiciones normales de internamiento o
si pueden, pagando una fianza, esperar libremente a que se celebre
el juicio en Dinamarca. Según los cargos que se consideren pueden
ser condenados de dos meses a seis años de prisión.
Nos parece evidente la enorme desproporción entre el castigo que
está siendo aplicado y la falta cometida. Es cierto que la cumbre
no ha sido un éxito de organización y también que en este caso la
policía danesa ha quedado desairada por su ineficacia. Creemos sin
embargo que un país como Dinamarca no puede permitir una sobre
reacción de este calibre
En consecuencia desde el máximo respeto a las leyes danesas,
hacemos un llamamiento a las autoridades de ese país para que
analicen racionalmente los hechos y tomen unas medidas acordes con
la tradición de justicia, equidad y ponderación que les
caracteriza.
Firman:
Juan Luis Arsuaga, Catedrático de Paleontología de la UCM
Ángeles Caso, Escritora
Salvador García-Atance, Presidente de la Fundación Lealtad
Antonio Hernando, Académico de Ciencias y Catedrático de
Magnetismo de la UCM
Gregorio Marañón, Académico de Bellas Artes
Eduardo Martínez de Pisón, Catedrático Emérito de Geografía de
la UAM
Juan Rojo, Académico de Ciencias y Catedrático de Física de la
UCM
Y miles de firmas más.