Comunicado de prensa - noviembre 26, 2009
Ante el anuncio del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de reducir sus emisiones en un 17% para el año 2020, tomando como base los niveles de 2005, Greenpeace considera que es claramente insuficiente (representa, únicamente, el 4% ó 5% para 2020 respecto a los niveles de 1990).
Activistas de Greenpeace han simulado una tormenta en la puerta de entrada del Pabellón 8 de la Fira de Barcelona, donde se celebra la última reunión de Naciones Unidas sobre cambio climático antes de la cumbre que tendrá lugar dentro de 33 días en Copenhague.
Además, la organización destaca que su voluntad de estar en
Copenhague el día 9 de diciembre no responde a las necesidades
políticas del proceso, ya que los días en que es indispensable que
los jefes de Estado y de Gobierno acudan a la cumbre son en el
tramo final.
"Asistir a la cumbre climática de Copenhague es bastante más que
posar para una foto, es trabajar para la consecución de un acuerdo
global que evite el caos climático. El presidente Obama debe acudir
allí en el tramo final de las negociaciones y mostrar la voluntad
política necesaria para firmar un acuerdo legalmente vinculante" ha
declarado Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático
y energía de Greenpeace.
En lo que respecta a China, Greenpeace considera que el anuncio
de reducir su ritmo de crecimiento de emisiones en,
aproximadamente, un 40% es un gesto de la voluntad del país de
participar activamente en la lucha contra el cambio climático pero
no es suficiente. Dada la urgencia y la magnitud de la crisis
climática, es necesario que los países alineen sus reducciones de
emisiones con las recomendaciones científicas.
"El anuncio de China es significativo e importante en este
momento de las negociaciones, pero si queremos detener el cambio
climático, China debe aumentar, también, su grado de ambición" ha
declarado Aida Vila.
La organización ecologista subraya que el compromiso anunciado
ayer por China es una nueva muestra de que los países en desarrollo
están dispuestos a comprometerse en el proceso climático, siempre
que los países industrializados muestren una ambición equivalente a
su responsabilidad en esta crisis. "Los países industrializados y,
en particular, Estados Unidos no podrán exigirle a China que
aumente su grado de ambición si no 'predican con el ejemplo' y
presentan compromisos de reducción de emisiones alineados con la
ciencia".
Greenpeace recuerda que los expertos en clima han expresado
reiteradamente la necesidad de alcanzar compromisos de reducción de
emisiones de entre el 25% y el 40% para 2020 (tomando como
referencia los niveles de 1990) y de entre el 80% y el 95% para
2050. "Éstos y no otros son los compromisos de reducción de
emisiones que nos van a permitir evitar los impactos más
catastróficos del cambio climático y está ahora en manos de Obama y
de los líderes políticos europeos pasar de declaraciones políticas
a los compromisos exigidos por la ciencia", ha concluido Vila.