Tres de las ocho centrales nucleares españolas están paradas hoy, y simultáneamente nuestro sistema eléctrico está exportando electricidad. A las 12:00 horas de hoy, 9.535 Megawatios (MW) de energía eólica estaban proporcionando el 27,1% de la electricidad demandada, al tiempo se exportaba un 5,2% de nuestra producción eléctrica (una potencia equivalente a 1.820 MW), mientras que un parque nuclear plagado de problemas llegaba apenas al 12,5% de la producción.
Central nuclear de Ascó, Tarragona
Los problemas de seguridad de cuatro centrales nucleares
(Ascó-1, Ascó-2, Trillo y Cofrentes), más la parada de recarga de
combustible de Almaraz-1, han dejado fuera de combate a más de
3.100 MW de potencia nuclear, el 40% del total de potencia nuclear
instalada. Una nueva muestra más de la escasa fiabilidad del parque
nuclear.
Las centrales de Ascó-1 y Ascó-2 (en Tarragona) llevan paradas
desde mediados de octubre, en teoría para sustituir unos cojinetes,
sin que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya aclarado desde
entonces porque unos simples cojinetes defectuosos han obligado a
estas dos centrales nucleares a permanecer paradas tan largo
tiempo. (1)
Además la central nuclear de Trillo (Guadalajara) lleva
experimentando problemas de
funcionamiento desde mediados de septiembre, al parecer por
problemas de inestabilidad del flujo neutrónico, un preocupante
problema de seguridad que no logra ser resuelto a pesar de la
investigación que están llevando al respecto especialistas de
Siemens (fabricante del reactor). Desde el 18 de septiembre, cuando
operaba a 1.063 MW de potencia, ha ido disminuyendo
progresivamente, con pequeños altibajos, su potencia hasta los 975
MW actuales, lo que supone 91 MW menos de su potencia nominal.
(2)
La central de Cofrentes (Valencia) paró el 5 de septiembre para
efectuar la recarga. En este proceso surgieron multitud de
problemas de seguridad, como la caída al suelo de un subelemento de
combustible nuclear, y desde el 22 de octubre, cuando empezó la
puesta en
marcha la central ha sufrido una serie de percances (como la
apertura accidental de una válvula de alivio de la contención, que
provocó una nueva prealerta de emergencia, la cuarta en 12 meses),
y un funcionamiento eléctrico completamente anormal con continuas
subidas y bajadas de potencia en un rango de varios cientos de MW
cada vez. Ni Iberdrola, el propietario de la central nuclear, ni el
CSN han dado explicación alguna sobre este anómalo comportamiento
(3).
"Las energías renovables proporcionaron el año 2008 un 24% de
nuestra electricidad, frente a un 20% de la nuclear. Es cada vez
más obvio que las centrales nucleares funcionan cada vez con más
problemas de seguridad y también que, gracias a la creciente
aportación de las renovables, el sistema eléctrico español puede
asumir el cierre progresivo pero urgente de las centrales nucleares
", ha afirmado Carlos Bravo, responsable de la campaña de Energía
de Greenpeace.
"Las energías renovables siguen aumentando en disponibilidad y
en su contribución a la cobertura de la demanda de forma limpia y
sin incidentes, mientras que las centrales nucleares aumentan en
inseguridad y pierden fiabilidad", ha añadido Bravo.