Comunicado de prensa - octubre 30, 2009
En la cumbre de la UE (Unión Europea) celebrada ayer y hoy en Bruselas, preparatoria de la Cumbre de Copenhague sobre cambio climático, los líderes europeos respaldaron la financiación para combatir el cambio climático destinada a los países en desarrollo.
Activistas de Greenpeace han subido a un barco de carbón a 20 millas de Mallorca para pedir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que actúe firmemente contra el cambio climático en el Consejo Europeo que se está celebrando en estos momentos en Bruselas.
Pero, pese a que Europa ha puesto el listón de la financiación
pública global para los países en desarrollo en 50.000 millones de
euros anuales para 2020, le ha faltado valor para decir qué parte
de la financiación se compromete a proporcionar.
"La UE ha desperdiciado esta oportunidad de poner el dinero a la
altura de sus palabras. Pero no se ha perdido todo: 27 de las
naciones más ricas del mundo han respaldado hoy la financiación
global para atajar el cambio climático en los países en desarrollo"
ha afirmado Joris den Blanken, director de Greenpeace sobre la
política climática en la UE. "El tren de Copenhague está en marcha
pero el mundo necesita con desesperación un liderazgo climático que
evite el descarrilamiento. Cualquiera que sea la legislación
climática que se apruebe en EEUU, el presidente Obama debe
fortalecer unas negociaciones que se hallan en punto muerto".
La Comisión Europea ha invitado a la UE a contribuir con 15.000
millones de euros a la financiación para combatir el cambio
climático en los países en desarrollo. Greenpeace y otras
organizaciones de la sociedad civil están pidiendo que dicha
contribución alcance, al menos, los 35.000 millones anuales para
2020 (sobre un total de 110.000 millones para todos los países
desarrollados). La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento
Europeo pidió la semana pasada a la UE un compromiso de 30.000
millones (sobre un total de 100.000 millones). Greenpeace lamenta
que la cantidad a la que presumiblemente va a comprometerse la UE
no alcance ni siquiera la mitad de lo que es necesario para
prevenir los peores efectos del cambio climático.
La financiación para combatir el cambio climático está atascando
una y otra vez las negociaciones en el camino hacia la cumbre de
Copenhague. Sin la promesa de un apoyo financiero adecuado, los
países en desarrollo no serán capaces de reducir el aumento de sus
emisiones. La financiación ha sido diseñada para ayudar a estos
países a conservar sus selvas, invertir en energías más limpias y
en industrias más eficientes y para adaptarse a aquellos impactos
del cambio climático que ya son inevitables.