Activistas de Ecologistas en Acción y Greenpeace han entregado esta mañana una enorme llave al ministro de Industria, Miguel Sebastián, en un acto simbólico para cerrar Garoña.
Ante la visita del presidente del Partido Popular, Mariano
Rajoy, a la central nuclear de Garoña (Burgos), la Asociación de
Vecinos Afectados por la Central Atómica de Garoña (AVACA) y los
colectivos ecologistas Greenpeace y Ecologistas en Acción piden a
Rajoy que se preocupe más de los vecinos de la zona y menos de los
intereses económicos de las compañías eléctricas Iberdrola y
Endesa, accionistas de Nuclenor, la empresa gestora de la central
de Garoña.
"El Sr. Rajoy y los máximos dirigentes de la Junta de Castilla y
León parecen estar más preocupados por salvaguardar los beneficios
económicos de las compañías eléctricas propietarias de Garoña que
de buscar la seguridad de los habitantes de la zona", ha afirmado
Agapito Suárez, presidente de AVACA.
"La central nuclear no ha traído riqueza a la comarca, que está
ahora mucho más despoblada que cuando se instaló la nuclear. El
Valle de Tobalina ha visto descender su población de 3.000 a 1.000
habitantes en estos años, y como evidencia está el cierre de los
cinco bares que había en Barcina del Barco. ¿Dónde está el
desarrollo económico del que hablan los defensores de Garoña?, ha
añadido Suárez.
Suárez ha expresado además la preocupación de los vecinos de la
zona por la existencia de altas tasas de incidencia de determinados
tipos de cáncer y otros problemas de salud en el entorno de la
central nuclear de Garoña.
"La central nuclear apenas da dinero a la zona, más bien origina
gastos de los que no se hace responsable. Los planes de emergencia
nuclear del PENBU- que no está operativo- los pagamos entre todos a
través de las instituciones públicas. Y el dinero que cobran los
ayuntamientos -en compensación por tener los residuos nucleares
cerca- lo costeamos todos los consumidores a través de la Empresa
Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA)", ha declarado Luis
Oviedo, portavoz de Ecologistas en Acción de Castilla y León.
La central nuclear de Garoña, en contra de lo que ha difundido
el lobby nuclear, no ha ayudado al desarrollo de los pueblos
cercanos. En la central nuclear de Garoña trabajan 330 personas y
no un millar, como falsamente se ha llegado a decir. De ellos tan
sólo 30 son vecinos del valle, en su mayoría alcaldes y concejales.
De Frías, uno de los mayores pueblos de la zona, trabajan en Garoña
sólo 4 de sus 280 habitantes. (ver gráfico al final del
comunicado)
"Con su defensa a ultranza de la continuidad de esta vieja,
deteriorada y peligrosa central nuclear, Rajoy y la Junta de
Castilla y León se hacen cómplices de la codicia de Nuclenor, y al
tiempo eliminan cualquier posibilidad de lograr un verdadero
desarrollo económico más sostenible en la zona dejando atrás el
monocultivo industrial que provoca la propia central nuclear",
declaró Carlos Bravo, responsable de la campaña antinuclear de
Greenpeace.
El cierre de la planta no perjudicará al empleo porque el
desmantelamiento de una central es un proceso largo y generador de
puestos de trabajo. Además, el sector de las energías renovables
tiene una capacidad de creación de empleo muy superior al sector
nuclear ya que, de todas las formas de producir energía, la energía
nuclear es la que crea menos puestos de trabajo.
Según datos de Comisiones Obreras, en un informe de febrero de
2008, en España el sector de las energías renovables generaba -ya a
finales de 2007- 89.000 empleos directos (y 99.681 indirectos). En
Alemania, en 2006 el sector de energías renovables dio empleo a
235.000 trabajadores, un incremento del 50% sobre los dos años
anteriores.
Las organizaciones antinucleares han recordado que, inaugurada
por Franco en 1971, y con 38 años de antigüedad, la central nuclear
de Santa María de Garoña es la única de "primera generación" que
sigue en funcionamiento; que está afectada por un severo proceso de
corrosión en las barras de combustible, que es una muestra de la
gravísima erosión de la cultura de la seguridad que afecta a todo
el ciclo nuclear, y que sólo en lo que llevamos del año 2009 ha
sufrido ya al menos 11 incidentes, algunos de los cuales sólo se
han conocido cuando Ecologistas en Acción y Greenpeace los han
hecho públicos.
La central de Garoña está totalmente amortizada, y su aportación
al mix eléctrico es marginal (el 1,28% del total, el año 2007) y
sobradamente compensada por la aportación de las energías
renovables. Las energías renovables aportaron el año 2007 un 23%
del total de electricidad generada (un 3% más que todas las
nucleares juntas). Simplemente el incremento de la producción de
electricidad renovable el 2007 con respecto al 2006 supuso casi el
doble de la aportación de la central nuclear de Garoña durante el
2007. Ello, sin olvidar que el año 2008, España, que es una
exportadora neta de electricidad, exportó el equivalente a la
producida por tres centrales nucleares como la de Garoña.