Comunicado de prensa - septiembre 9, 2009
Greenpeace denuncia las maniobras del Gobierno español en el comienzo del IX Foro Iberoamericano de Ministros de Medio Ambiente, que celebra en Santiago de Chile entre el 9 y 11 de septiembre. La delegación española está intentando buscar aliados entre los países latinoamericanos para formar un frente común de cara a las negociaciones de la próxima Cumbre de Copenhague.
350 personas forman una pancarta humana con el lema "SOS Clima" en el parque oeste de Auckland, Nueva Zelanda
En lugar de buscar la reducción drástica de las emisiones
internas de gases de efecto invernadero, la postura española está
basada en ampliar las posibilidades de los mecanismos de
flexibilidad como los MDL (Mecanismos de Desarrollo Limpio) que
buscan "compensar" estas emisiones internas con proyectos baratos
en los países en desarrollo.
Con respecto a la lucha contra la deforestación (Reducción de
Emisiones provenientes de la Deforestación y la Degradación, REDD),
causante de casi el 20% de los gases de efecto invernadero, España
debería contribuir con aportes significativos para detener la
deforestación a gran escala y proponer mecanismos que ayuden a
disminuir sus causas. Greenpeace denuncia que España está
intentando promover la creación de un amplio mercado de carbono del
otro lado del Atlántico donde este país pueda hacer de créditos
baratos para compensar las reducción de CO2 que se resiste a hacer
a nivel interno.
"Los países industrializados deben adoptar medidas reales de
reducción de emisiones a nivel interno", ha declarado Raquel
Montón, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace
España. "No se pueden usar los proyectos de Naciones Unidas como
excusa para seguir destruyendo el clima".
Greenpeace condena cualquier intento de los países
industrializados por querer reforzar los MDL simplemente como
mecanismo para facilitar el cumplimiento de las reducciones de
emisiones a nivel interno que deben hacer. La revisión del MDL
debería ir en la dirección de restringir su uso a aquellos países
menos desarrollados o con mayores dificultades para lograr reducir
emisiones, siempre salvaguardando los criterios fundamentales de
adicionalidad y sostenibilidad.
Por otro lado, los bosques no deben ser utilizados como
creadores de créditos de carbono, por lo que debe desvincularse el
mecanismo de REDD del mercado de carbono y, con ello, exigir a los
países industrializados que reduzcan sus emisiones -como grupo- en
al menos un 40% para el año 2020 con respecto a sus niveles de
1990. Para detener la deforestación, Greenpeace defiende la
creación de un fondo que provea a los países afectados, sobre todo
en regiones tropicales, de la financiación necesaria para proteger
sus selvas.
"Faltan menos de 100 días para la Cumbre del Clima en
Copenhague, y los líderes de todo el mundo, incluido el presidente
Rodríguez Zapatero, deben asumir su responsabilidad para evitar el
caos climático", ha añadido Montón. "España, de momento, no está
jugando un buen papel de cara a la Cumbre de Copenhague".