Comunicado de prensa - agosto 3, 2009
Greenpeace ha dirigido una carta al ministro de Fomento José Blanco solicitando que abra una investigación lo antes posible para que sean depuradas las responsabilidades y se sancione a los culpables del vertido producido el pasado jueves en las instalaciones de CEPSA en Huelva. Los restos de hidrocarburos del vertido ya han llegado a las playas de Huelva y Cádiz, así como al Parque Nacional de Doñana.
Al fondo se ve la planta de cloro y derivados clorados de Ercros en Palos de la Frontera, uno de los polígonos químicos más contaminantes de España.
Igualmente la organización ha dirigido otra carta al Capitán
Marítimo de Huelva para solicitar que considere a los ecologistas
como interesados y comparecidos en el expediente correspondiente,
con el fin de tomar las acciones legales pertinentes.
Este nuevo vertido al mar causado por el derrame de toneladas de
hidrocarburos (30 toneladas según la subdelegación del Gobierno en
Huelva) procede de las operaciones de descarga del buque SCF
Caucausus en la refinería que CEPSA tiene en Palos de la Frontera.
Además, de afectar a más de 15 km de costas ha alcanzado parajes de
alto valor ecológico como es el Parque Nacional de Doñana. A pesar
de las tareas de limpieza y el uso en alta mar de productos
dispersantes es previsible que sigan llegando manchas de
combustible a las costas durante los próximos días.
Todavía hay que evaluar los daños ambientales que este vertido
va a producir en las fauna y flora de la zona, como los perjuicios
económicos sobre el turismo y las pesquerías del área afectada. Ni
la Junta de Andalucía ni la subdelegación del Gobierno en Huelva
han aclarado aún qué tipo de hidrocarburo es el que se ha vertido,
cuánto se ha recogido en alta mar ni cuánto ha llegado a las
costas.
En casos como el actual vertido causado por CEPSA no sólo se
debe esperar a recoger hidrocarburos en las playas, sino que deben
primar las operaciones de limpieza en alta mar. El objetivo es
evitar que el combustible se hunda por la acción de los productos
químicos empleados para disolver la mancha y termine afectando a
los ecosistemas marinos o llegue a la costa. "Todas las operaciones
de descontaminación tendrán que ser costeadas por la empresa
responsable del accidente, a la espera de las sanciones
correspondientes, dado el reiterado historial de vertidos con los
que cuenta la empresa en Huelva", ha declarado Julio Barea,
responsable de la campaña Contaminación de Greenpeace.