Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Greenpeace denuncia la campaña de falsedades del lobby nuclear para evitar el cierre inmediato de Garoña

La plantilla de la central de Garoña es de 323 empleados, según un documento de Nuclenor al que ha tenido acceso Greenpeace, y no 600 ni 1.000 como afirma el lobby nuclear

Comunicado de prensa - junio 2, 2009
El lobby nuclear dice reclamar la apertura de un debate transparente y riguroso sobre la energía nuclear, pero cuando este debate se ha abierto plenamente en relación al cierre de la central de Santa María de Garoña, lo que ha puesto en marcha el lobby nuclear es una campaña de mentiras, con el fin de desinformar a los ciudadanos, crear una falsa alarma social y hacer presión al Gobierno para que no proceda a cumplir su compromiso de cerrar Garoña y las demás centrales nucleares.

la plantilla de Garoña son 323 trabajadores y no 600 ni 1.000, como dice el lobby nuclear.

Acción de Greenpeace con sesenta activistas en la central nuclear de Garoña.

Por ejemplo, es falso lo que han difundido distintos actores del lobby nuclear acerca de que "el cierre de la central nuclear de Garoña podría poner en peligro los más de 600 empleos directos de esa planta y los más de 400 indirectos  que genera a su alrededor".

Greenpeace puede asegurar, citando información de la propia Nuclenor (ver documento adjunto) que la central nuclear de Garoña tiene una plantilla de 323 trabajadores fijos. Ni 600 ni 1.000 como se ha dicho en otras informaciones. Esas cifras infladas son falsas.

          La plantilla de Garoña son 323 trabajadores y no

                   600 ni 1.000, como dice el lobby nucle

Como en toda instalación industrial o área de negocio, alrededor de la central de Garoña se generan una serie de empleos indirectos, a través de contratas. Según Nuclenor, hay 530 trabajadores de empresas colaboradoras relacionadas.

Desde el punto de vista socio-económico, la mera existencia de la central nuclear de Garoña ha provocado en la zona del Valle de Tobalina donde se instala la central un auténtico monocultivo industrial que impide un verdadero desarrollo económico sostenible en la zona, generador de muchos puestos de trabajo seguros y de calidad.

Al igual que es falso el dato de que la industria nuclear genera en España 30.000 puestos de trabajo. Según datos de un estudio de Comisiones Obreras de 2006, el sector nuclear contaba en 2005 con 4.124 empleados de los cuales el 52,8% pertenecían a la plantilla fija de las centrales nucleares. Estas cifras de empleo en las centrales nucleares aumentaban a 10.930 durante el periodo de recarga de las centrales, de los cuales el 20% pertenecía a la plantilla de la central.

Por el contrario, las energías renovables sí son generadoras de gran cantidad de empleos estables y de calidad. Según datos de Comisiones Obreras, en un informe de febrero de 2008, en España el sector de las energías renovables generaba -ya a finales de 2007- 89.000 empleos directos (y 99.681 indirectos). En Alemania, en 2006 el sector de energías renovables dio empleo a 235.000 trabajadores, un incremento del 50% sobre los dos años anteriores.

Otra falsedad ampliamente difundida estos días atrás es que el cierre de Garoña conllevaría que el precio de la electricidad aumentara un 10%. Esa afirmación, que nadie ha rubricado con nombres y apellidos, es totalmente falsa. Dado que la central nuclear de Garoña está amortizada desde hace años, y que su exigua aportación al sistema eléctrico español está ya compensada por la generación eléctrica mediante energías renovables, el cierre inmediato de esta central nuclear será a coste cero.

Por otra parte, no tiene sentido decir, como afirman en Nuclenor, que la central está mejor ahora que antes, o afirmar, respecto al diseño original de la planta: "Pero queda poco de aquello, casi todo se ha ido cambiando", obviando los graves problemas de agrietamiento por corrosión que afectan a diversos componentes de la vasija del reactor (el barrilete, las penetraciones de las barras de control) y del resto del circuito primario, problema que no tiene solución y que empeora inexorablemente con el tiempo, como reconoció el propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ante el Congreso de los Diputados.

Garoña incumple varios requisitos que le exigió tener listos para 2009 el Consejo de Seguridad Nuclea



Además, la central nuclear de Garoña no cumple ni siquiera con los mínimos requisitos que le había exigido el CSN con respecto a la prórroga solicitada. De hecho, Nuclenor ha pedido al CSN aplazar el cumplimiento de dos de los 10 puntos que el CSN les exigió: la renovación del cableado eléctrico y la mejora de la ventilación de emergencia en el edificio de contención, y ha propuesto realizarlos en las paradas de recarga de 2011 y 2013. También por estos incumplimientos el CSN debería informar negativamente la solicitud de prórroga de Nuclenor.

Por otra parte, hay que lamentar la entrada en el debate sobre la energía nuclear y el cierre de Garoña sin aportar ningún dato o dando informaciones falsas de políticos como Felipe González o Javier Solana.  

En el caso de Javier Solana, ha intercedido a favor de la continuidad de Garoña, aprovechando su influencia por su cargo en la Unión Europea, sin aportar una sola idea, dato o argumento. Tan sólo se limitó a afirmar  que sería un «grave error» el cierre de la central, que «algunos de los debates abiertos están mal planteados» en materia de energía, que «Estamos hablando de cosas muy serias y todos debemos hacer una reflexión para no cometer errores», que España tiene «un mix energético muy particular» y «se pueden hacer algunas cosas un poco mejor». Todo opiniones y ningún dato.

En cuanto a Felipe González,  siempre utiliza el  falso argumento  de que dependemos de forma importante de la importación de electricidad nuclear francesa. Sin embargo los datos son claros: España es exportadora neta de electricidad desde hace años.

En efecto, los intercambios internacionales de electricidad del sistema eléctrico español registraron en 2008 un saldo exportador de 11.221 Gigawatios-hora (GWh), un 95% superior al de 2007, según datos de Red Eléctrica Española (REE). En concreto, España exportó en 2008 una cantidad de electricidad equivalente a la producida por tres centrales nucleares como la de Garoña. La comparación de esa cantidad con la producción eléctrica media de Garoña en los últimos años (3.837 GWh en 2006; 3.478 GWh en 2007; 4.021 GWh en 2008), evidencia que nuestra capacidad de exportación de electricidad ya en 2008 era tres veces superior a la producción de electricidad anual de Garoña.

Greenpeace considera que el Gobierno socialista debe anunciar sin más demora su decisión de cerrar definitivamente la central nuclear de Garoña el día 5 de julio de 2009, cuando vence su permiso de explotación, dado que no hay ningún obstáculo energético, técnico ni económico que lo impida.

Actualmente se dan las condiciones para que el Gobierno socialista y su Presidente sean coherentes y cumplan este compromiso, ya que: la escasa contribución energética de la central nuclear de Garoña está sobradamente compensada por la aportación de las energías renovables, sin Garoña, la seguridad del suministro eléctrico seguirá estando garantizada; su vida útil está agotada; existe además un amplio consenso social a favor de su cierre.