Comunicado de prensa - mayo 16, 2009
La organización ecologista presenta el informe La crisis del clima que recoge las evidencias del cambio climático en las distintas comunidades autónomas y el libro 25 años en acción que aglutina su trabajo en nuestro país en este cuarto de siglo
Greenpeace ha querido destacar en su 25 aniversario en España la necesidad de hacer frente al mayor problema medioambiental de nuestros días: el cambio climático.
Greenpeace ha querido destacar en su 25 aniversario en España la
necesidad de hacer frente al mayor problema medioambiental de
nuestros días: el cambio climático. Por este motivo ha presentado
hoy en la Estación clima el informe La crisis del clima. Evidencias
del cambio climático en España en el que se pone de manifiesto la
urgencia de actuar para frenar el calentamiento global.
El trabajo muestra algunos ejemplos, científicamente
referenciados, de los efectos que el cambio climático ya está
produciendo en los ecosistemas terrestres y marinos, en los
sectores productivos y económicos y en la salud y la calidad de
vida de los españoles. Además, ha presentado el libro 25 años en
acción que recoge cerca de 300 acciones de las que se han realizado
en estos años en nuestro país así como el trabajo desarrollado en
sus campañas.
Algunos de los efectos que se reflejan en el informe son los
siguientes:
- España es uno de los países más vulnerables al cambio climático
de toda la unión europea, el aumento de la temperatura de 1,5ºC
registrado en nuestro país en el último siglo supera ampliamente la
media del continente (0,95ºC) y representa más del doble de la
media mundial (0,74ºC).
- La subida del nivel del mar está ampliamente documentada en
nuestro país. Las zonas más vulnerables son el norte de la
península (donde se ha registrado un aumento de entre 2 y 3
milímetros al año en la segunda mitad del sigo XX) y de las Islas
Canarias.
- Se han identificado los escenarios de mayor riesgo: los
glaciares pirenaicos (que han perdido más del 80% en los últimos
años), las playas y zonas costeras (que se enfrentan a un riesgo de
retroceso de, como mínimo 15 metros), los humedales y las lagunas
litorales.
- Los impactos en la flora y la fauna proliferan en todo el
territorio, desde las migraciones altitudinales constatadas en la
Sierra de Guadarrama (Madrid) hasta las alteraciones en el ciclo
reproductivo de especies o la presencia de especies tropicales
invasoras en las Islas Canarias.
- Los impactos en los sectores productivos también son evidentes.
La tendencia a la "africanización" del sur de la península y a la
"mediterranización" del norte está provocando el desplazamiento en
latitud de muchos cultivos, afectando seriamente a los viñedos de
todo el país, a la producción forestal en la meseta Norte o a la
producción agrícola en Andalucía. La ola de calor de 2003 generó
810 millones de euros en pérdidas en la agricultura del país.
- El turismo es otro gran damnificado del cambio climático en
España. El aumento de las temperaturas, la menor disponibilidad de
recursos hídricos y las alteraciones en el litoral afectan
directamente al turismo de playa y la disminución de las
precipitaciones en forma de nieve que ya ha puesto en jaque a
algunas estaciones de esquí del país, amenaza a otras con el cierre
en menos de una década.
- La proliferación de fenómenos meteorológicos extremos y
catástrofes naturales es otro de los impactos del cambio climático
constatado en nuestro país. España es uno de los países de Europa
con mayor mortalidad relacionada con el calor y uno de los
principales emplazamientos del continente en cuanto a grandes
incendios forestales (sirva de ejemplo la oleada de incendios
ocurrida en Galícia en el verano de 2006). Además fenómenos como
las inundaciones generan importantes pérdidas personales y
materiales: la media anual de cuantías pagadas en concepto de
seguro por inundaciones en los últimos años se sitúa entre los 50 y
100 millones de euros.
Según los últimos datos científicos, el escenario en el que nos
encontramos supera con creces cualquiera de las previsiones
anteriores y es evidente que la amenaza de impactos irreversibles
es mucho más inmediata de lo que hubiéramos podido imaginar, por lo
que es el momento de actuar. "La única forma de impulsar las
negociaciones internacionales en materia de clima es poner el
dinero sobre la mesa. Los gobiernos acaban de destinar al rescate
de los bancos el equivalente a una cena de lujo semanal para cada
ciudadano de la UE, lo que Greenpeace les pide para el rescate del
clima equivale, en los mismos términos, a un café", ha declarado
Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía
de Greenpeace.
Por este motivo, la organización pide al Gobierno que destine
2.700 millones de euros a la lucha contra el cambio climático y que
se comprometa a un acuerdo de reducción de emisiones que nos
permita mantener la temperatura global por debajo de los 2ºC. Para
alcanzar este objetivo, es necesario que los países desarrollados
alcancen una reducción mínima de emisiones del 40% para 2020
(tomando como referencia los niveles de 1990) y que los países en
desarrollo contribuyan a este esfuerzo global moderando su
crecimiento proyectado de emisiones entre un 15 y un 30% para
2020.