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Greenpeace apoya el informe europeo sobre la disminución del uso del transporte

El informe TERM de la Agencia Europea de Medio Ambiente recién publicado advierte de la necesidad de reducir la demanda de movilidad urgentemente para salvar el clima y la economía

Comunicado de prensa - abril 2, 2009
La Agencia Europea de Medio Ambiente publicó hace dos días el informe Transport and Environment Reporting Mechanism “Transport at a crossroads” (Mecanismo de Información sobre Transporte y Medio Ambiente “El transporte en una encrucijada”) cuya principal conclusión es que unos planes de estímulo económico bien diseñados deberían reducir la demanda de movilidad a la vez que se realiza un cambio hacia medios de transporte menos contaminantes, lo que fomentaría una economía más eficiente.

Escaladores de Greenpeace ponen una mascarilla a un toro de Osborne para "protegerlo" de las emisiones de CO2 de los coches.

Greenpeace apoya este planteamiento y muestra la necesidad urgente de desarrollar una ley de movilidad sostenible que las organizaciones ecologistas reclaman desde hace tiempo.

En los últimos meses los líderes europeos han reaccionado a la crisis económica a través de paquetes de medidas de estímulo pero algunas de las medidas propuestas seguirán generando un fuerte aumento de la demanda de transporte en cuanto la economía vuelva a expandirse.

"Es evidente que el Plan Vive o los fondos para inversión en grandes infraestructuras para el transporte se proponen mantener viva la dependencia del automóvil y de la carretera sin plantearse la necesidad de curar la adicción que tiene la sociedad al uso de los medios más contaminantes" ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de transporte de Greenpeace.

Greenpeace denuncia que todas las medidas de estímulo económico que vayan en la dirección de mantener el uso y la compra desmesurada de automóviles, así como la dependencia de los medios más insostenibles de transporte, son una subvención directa al cambio climático. La organización ecologista reitera que el Gobierno demuestre su compromiso con la lucha contra el cambio climático promoviendo:

  • - Medidas que aumenten el uso y la disponibilidad de transporte público y de los medios no motorizados como una alternativa al vehículo particular
  • - La aprobación de una Ley de Movilidad Sostenible que incluya una serie de propuestas concretas para gestionar la movilidad de las personas y del transporte de mercancías dirigidas a la sostenibilidad y la seguridad en la lucha frente al cambio climático. El objetivo final de esta ley es que antes de 2015 el Ministerio de Fomento pase a destinar solamente el 50% de sus fondos a restaurar y gestionar las infraestructuras existentes y el 50% restante a la gestión de la movilidad sostenible.
  • - Una fiscalidad verde que introduzca el concepto de quien contamina paga en el transporte para que los costes sobre la salud, el cambio climático, la contaminación o la fragmentación del territorio, entre otros, se incorporen en el coste final de los diferentes modos de transporte de forma que los medios más limpios sean los más baratos y accesibles.

A pesar de que la eficiencia energética de los turismos ha mejorado un 13%, entre 1995 y 2006, el número de coches en las carreteras europeas ha aumentado en 52 millones de unidades, lo que equivale a toda la flota española y del Reino Unido juntas. Este crecimiento desaforado, junto con un incremento importante del transporte de mercancías por carretera, ha hecho que las emisiones de CO2 del sector se dispararan un 26% entre 1990 y 2006 en Europa (UE-15) (2), mientras las emisiones de los demás sectores se han reducido en un 3% en el mismo periodo.

El caso español es mucho más sangrante, ya que la gran apuesta por el transporte por carretera ha hecho que las emisiones del sector casi se duplicaran en la misma época (89% más). Además,  en los últimos 10 años se han incrementado el número de coches por 1.000 habitantes casi en un 30% y su uso en un 18%.

En el año de las negociaciones climáticas de Copenhague, llama la atención que todavía el desarrollo del transporte en Europa apunte en la dirección contraria a la lucha contra el cambio climático. Greenpeace recuerda que los gobiernos deben  solucionar los problemas económicos sin olvidar el  medio ambiente.

"Si de verdad importa el medio ambiente y el cambio climático ¿por qué no nos dan la alternativa de un Plan Vive que retire un coche viejo y contaminante y otorgue los 2.000 euros correspondientes a al financiación en forma de bonos de transporte o de bicicletas?" ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de transporte de Greenpeace.

Nota:

(1) Informe disponible (en inglés) en

www.eea.europa.eu/pressroom/newsreleases/europe-needs-to-steer-transport-policy-in-the-right-direction

(2) Sin tener en cuenta las emisiones de la aviación y de la navegación internacionales