Comunicado de prensa - diciembre 2, 2010
Con el anuncio del Gobierno brasileño de que la tasa de deforestación en la Amazonia se ha reducido un 14% respecto del año pasado y que se ha reducido a un mínimo histórico (1), Greenpeace cree que se ha creado una situación óptima para que los países reunidos en Cancún en las negociaciones de Naciones Unidas sobre el cambio climático, logren un acuerdo sobre la reducción de las emisiones procedentes de la deforestación (conocido como mecanismo REDD).
La organización ecologista ha acogido con satisfacción la noticia de que los niveles de deforestación han disminuido. Esto confirma una tendencia a la baja desde 2005 que demuestra que es posible poner fin a la deforestación a medio plazo. Sin embargo, hay que seguir trabajando dado que la pérdida de 6.451 km2 de selva tropical amazónica entre agosto de 2009 y 2010 es todavía una cifra muy alta, lo que representa una pérdida significativa de biodiversidad y enormes emisiones de CO2.
"En los últimos cinco años Brasil ha demostrado que la persecución de los delitos ambientales, la gobernanza, la protección efectiva de las áreas protegidas, la transparencia y la colaboración con la sociedad civil es una forma efectiva para reducir la deforestación", ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña Bosques y Clima de Greenpeace España. "Brasil es un buen ejemplo para otros países con bosques.
El hecho de que se haya logrado frenar la deforestación durante un periodo de expansión económica en Brasil demuestra que podemos alcanzar la deforestación cero para el año 2015, manteniendo la producción de materias primas y el empleo".
El Banco de Brasil, el mayor banco público del país, también anunció ayer que no concederá créditos a los agricultores que siembren soja en las áreas recientemente deforestadas de la Amazonia. Sin embargo, a pesar de este progreso, existen riesgos de retroceso en el caso de que el Gobierno del Brasil no frene los intentos de modificación del Código Forestal, que pondría en peligro vastas áreas de la Amazonia al permitir la expansión del agronegocio (soja, ganadería, aceite de palma) en zonas de selva.
“Para proteger el clima global es fundamental que el Gobierno brasileño defienda el Código Forestal.
También, que en la Cumbre que se celebra en Cancún, los países den los pasos adecuados para un sólido acuerdo de REDD” ha declarado Soto. "Este acuerdo nos acercará al objetivo de poner fin a la deforestación en los países tropicales en 2015, y en todos los bosques del mundo en 2020".
Notas(1)Más información sobre el descenso de la deforestación amazónica en:
http://www.inpe.br/noticias/noticia.php?Cod_Noticia=2379