Documento - mayo 13, 2014
Ante la dependencia mundial de combustibles fósiles y el agotamiento de los yacimientos convencionales, la industria petrolera y gasista se ha embarcado en la explotación de los recursos más caros e impactantes.
Entre estos se encuentran el petróleo y gas de esquisto, que se extraen mediante técnicas de fracturación hidráulica o fracking. Esta técnica se basa en la inyección de millones de litros de agua a altas presiones, junto con toneladas de arena y sustancias químicas en el subsuelo, y supone la apertura de cientos o miles de pozos.
La fracturación hidráulica lleva añadida impactos severos y críticos para la salud y el medio ambiente a causa de: un gran riesgo de contaminación de acuíferos y aguas superficiales, utilización de grandes cantidades de agua, aperturas de caminos y tránsito de vehículos pesados en entornos naturales y rurales, contaminación del terreno y del aire, emisión de metano y otros gases de efecto invernadero y micro sismicidad inducida.
declaracion_fracking