Magazine / diciembre 2015

Tiñe de verdes tus navidades

© Greenpeace/ Miguel Gallardo

Llegan las Navidades, una época de celebraciones y encuentros, de comilonas, compras y villancicos. Pero junto al mazapán y los turrones vienen también los excesos, y no solo para nuestros bolsillos y estómagos, también para el planeta. 

Siguiendo unos sencillos consejos se puede conseguir que estas fechas sean más sostenibles. No hace falta renunciar a las celebraciones, simplemente hacerlo con un poco de conciencia. Con unos sencillos consejos podemos conseguir que las Navidades, además de blancas, sean también un poco más verdes.

Árboles

Son uno de los mayores símbolos navideños, pero luego no se sabe qué hacer con ellos. Por ello, cada año más de un millón terminan en la basura. Para evitarlo, es recomendable utilizar plantas interiores, adornar los árboles ya existentes en el jardín, usar árboles hechos de material reciclado y utilizar especies mediterráneas que luego se pueden replantar. También existen centros donde podemos llevar nuestros árboles y ellos se encargan de reubicar. Son muchas las opciones antes que dejarlo en un contenedor.


Adornos

No es necesario comprarlos todos los años. Si reutilizamos, ahorra el bolsillo y el planeta. Cuanto menos plástico, mejor. Es conveniente evitar los sprays de nieve, contribuyen al cambio climático y no se pueden reciclar. Y para no poner en peligro el musgo y el acebo y evitar que se recoja en exceso, mejor no incluirlos en los belenes.


Comida

Para que no se nos atraganten las copiosas comidas navideñas, conviene tener en cuenta que gran parte de lo que se compra en esta época termina por desecharse. Es importante no comprar más de lo que se va a consumir, priorizar los productos locales, de temporada y ecológicos, evitar los transgénicos y precocinados. Mención especial merecen los “clásicos” langostinos, los provenientes de la pesca vienen acompañados de la destrucción de otras especies que se tiran por la borda y los de acuicultura de la destrucción de los bosques de manglar (y sus graves consecuencias sociales). Los menos dañinos son aquellos que son frescos y provenientes de zonas frías y templadas.


Luces

Las luces navideñas iluminan estas fechas, pero además de decorar, también producen CO2 por lo que es importante racionalizar su uso y reducirlo al mínimo posible. Es fundamental que sean eficientes (LED), elegir muy bien los momentos de encenderlas y siempre apagarlas al irnos a dormir. Además, cada vez existen más variedad de luces solares, una alternativa decorativa mucho más ecológica.


Regalos

Cada vez existen más alternativas de que los que hacemos sean ecológicos, de comercio justo o de alguna ONG. Regalar cultura (entradas, experiencias, un buen libro) descanso o aventura es también una apuesta segura (también para el planeta). Para los más pequeños, mejor juguetes educativos que fomenten la creatividad y el juego en equipo, no bélicos ni sexistas. Mejor si no funcionan a pilas y si lo hacen, que sean recargables.

Además, no hay que olvidarse de seguir los consejos básicos sobre reciclado, aplicables todo el año pero que en esta época cobran aún más sentido puesto que se duplica la basura, como evitar los productos de “usar y tirar”, reducir los envases y que sean reutilizables y/o reciclables y sustituir la bolsa de plástico por las de tela (o carros y cestas).

Asimismo, el uso del transporte público (siempre recomendable) se vuelve imprescindible para huir de los atascos y las interminables y desesperantes búsquedas de aparcamiento en esta época tan concurrida.

Y recuerda, estas fiestas son un momento para disfrutar y compartir. Y es posible hacerlo sin consecuencias sociales y medioambientales. Es fácil, existen alternativas y opciones, solo necesitamos entender que proteger el planeta puede ser, también, un regalo de Navidad.

Marta San RománMarta San Román es responsable de Comunicación en Greenpeace España. @martasrs