Magazine / octubre 2013

Seis propuestas de Greenpeace para una costa sostenible

© Greenpeace/ iconi

No a la ley de costas

La Unión Europea (UE) debe obligar al Estado español a rehacer la Ley de Costas. A su vez el Tribunal Constitucional debe decidir si esta nueva Ley vulnera la salvaguarda del dominio público marítimo-terrestre. Por otro lado, Greenpeace pide a alcaldes y comunidades autónomas que se declaren insumisas en la aplicación de la Ley, de forma que con la presión ciudadana se revoque.

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Ladrillo Sostenible o Ladrillo Cero

La Unión Europea (UE) debe obligar al Estado español a rehacer la Ley de Costas. A su vez el Tribunal Constitucional debe decidir si esta nueva Ley vulnera la salvaguarda del dominio público marítimo-terrestre. Por otro lado, Greenpeace pide a alcaldes y comunidades autónomas que se declaren insumisas en la aplicación de la Ley, de forma que con la presión ciudadana se revoque.

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No más parques de papel

Gestionar de forma real los espacios naturales protegidos del Estado. Elaborar planes de ordenación y de uso de estos espacios que impidan más suelo urbano, ya que de esta forma estas zonas quedarían blindadas a la construcción.

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Participación ambiental

Los planes urbanísticos deben contar con los periodos de informes y de partición pública, que son los únicos controles externos a unos ayuntamientos frecuentemente sacudidos por casos de corrupción urbanística.

Fiscalidad verde

Se deben establecer medidas para que los municipios que han decidido conservar sus costas
reciban compensaciones económicas, como los pagos por servicios ambientales. De esta forma, serían beneficiados y recompensados por el conjunto de la sociedad. Una “ecotasa” turística en los municipios más degradados, que sea finalista, serviría para revertir el modelo de turismo masivo de sol y playa.

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Cero construcciones en zonas de riesgo

Explicar a los nuevos o potenciales propietarios de vivienda e industrias o infraestructuras en primera línea o en zonas de ramblas, desembocaduras de ríos, barrancos, torrentes, etc. el elevado riesgo de inundación y temporales a los que se enfrentan. El Estado es el responsable de los futuros riesgos y costes.