Magazine / septiembre 2012

El pescado de mañana

Amanecer en el Parque Natural de Cabo de Gata.

Amanecer en el Parque Natural de Cabo de Gata.

© Greenpeace/ Matías Costa

Nuestros mares están amenazados. A la contaminación y a las explotaciones petrolíferas hay que añadir que más del 75% de los stocks pesqueros del planeta están totalmente explotados y, en las aguas de la Unión Europea, nueve de cada diez caladeros sufren sobrepesca. No se trata de generar pánico, pero tampoco se puede mirar a otro lado. Es necesario tomar medidas urgentemente.

Si no se reduce la capacidad pesquera mundial, y especialmente la europea, en pocos años nos encontraremos con un panorama bien diferente cuando vayamos a una pescadería, ya que muchas de las especies que ahora estamos acostumbrados a ver habrán desaparecido. 

Es inevitable poner freno a los principales causantes de este problema, como la flota de arrastre en sus diferentes modalidades, que además de destruir los océanos, también destruye la forma de vida de esa otra flota que sí vela por el futuro de los caladeros y que, sin embargo, no recibe ningún tipo de apoyo: la flota artesanal.

Si no se reduce la capacidad pesquera mundial, en pocos años muchas de las especies que ahora estamos acostumbrados a ver habrán desaparecido de las pescaderías. 

La flota artesanal representa el 80% del sector pesquero en España y el 70% en Europa. Pero está recibiendo una mínima parte de los más de 1 000 millones de euros asignados a España en el periodo 2007-2013. Probablemente la principal ventaja del sector artesanal es que está compuesta por trabajadores autónomos o por pequeñas empresas familiares que trabajan en el mar desde hace varias generaciones. Y quieren poder hacerlo también mañana.

El sector artesanal genera en España unos 35.000 empleos y en Europa podrían llegar a ser unos 82.000. Son trabajadores que se autoregulan y gestionan los caladeros de tal forma que contribuyen a la creación de reservas marinas. Por eso reciben el apoyo de Greenpeace, porque aún no cuentan con una voz propia que vele por sus intereses en los foros de toma de decisión, principalmente en Bruselas, donde tradicionalmente solo se ha beneficiado a las flotas industriales.

Para garantizar el futuro de los océanos, Europa tiene un rol muy importante que jugar. El año que viene tendremos una nueva Política Pesquera Común en vigor y, dependiendo de su resultado, podremos saber si nuestros gobernantes apuestan por el futuro o por el business as usual, es decir, beneficiar a los que más tienen, a los que más destruyen.

Celia Ojeda, responsable de la campaña de Océanos


Celia Ojeda
Responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace
@Celia_Ojeda