Este miércoles, mientras desayunaba, salté de la silla al leer una noticia maravillosa: la agencia medioambiental brasileña, el IBAMA, anunciaba que se cancelaba el proceso para otorgar la licencia al proyecto de la presa de São Luiz do Tapajós, que se iba a desarrollar en pleno corazón del Amazonas. Una vez que mi corazón volvió a su sitio, comencé a llamar a mis compañeros y colegas y a los líderes Mundurukú, tratando de confirmar la noticia.

¡Hoy ya es oficial! ¡El IBAMA ha cancelado el proyecto! Es un momento de alegría y celebración por esta fantástica noticia. Y también de agradecer a todos/as los que lo habéis hecho posible y habéis estado apoyando al pueblo Mundurukú, contribuyendo a proteger su tierra de la destrucción que habría supuesto la megapresa.

Los Mundurukús por fin pueden respirar tranquilos: se cancela el proyecto de megapresa

Todos estos meses hemos estado firmemente convencidos de que más tarde o más temprano, la agencia medioambiental brasileña terminaría por reconocer que el proyecto de la megapresa iba a generar un terrible impacto social y medioambiental en la región. Ahora, con esta decisión, la aprobación del proceso ya no puede seguir adelante.

Más de un millón de personas de todo el mundo os habéis sumado para apoyar la reivindicación del pueblo indígena Mundurukú y para decir no a esta locura de proyecto. También habéis presionado a empresas multinacionales como Siemens para que no apoyasen esta iniciativa que suponía la condena de toda una región.

Otras agencias brasileñas como la Fundación Nacional de Indígenas y los fiscales federales del estado de Pará habían recomendado al IBAMA que cancelase la licencia en base a que el proyecto podía suponer el desplazamiento de sus tierras de las comunidades Mundurukú, lo que de hecho habría sido inconstitucional. Buena parte de las tierras de los Mundurukú, llamadas Sawré Muybu y sobre las que se está trabajando a través de las demarcaciones para que sean oficialmente reconocidas por el Gobierno como tierras indígenas, habrían quedado inundadas por la megapresa. Ahora que la licencia de la megapresa ha sido cancelada, solo queda que el ministro brasileño de Justicia reconozca su obligación y avance en el reconocimiento oficial de la zona de Sawré Muybu como tierra indígena.

La presa de Tapajós habría desplazado a las comunidades Mundurukú de sus tierras.

Aunque estamos celebrando esta increíble victoria, sabemos que nos queda mucho por hacer para mantener Tapajós y otros ríos del Amazonas a salvo de otros proyectos de megapresas. Por eso, nuestra campaña sigue adelante, porque existen hasta 42 proyectos de presas eléctricas a lo largo del Amazonas, como parte de un agresivo modelo económico que deja de lado la protección de la selva y sus habitantes.

Las experiencias anteriores con grandes presas en el Amazonas han tenido un impacto irreversible en las comunidades locales, devastando su entorno y desplazándolas. Y todo envuelto en escándalos de corrupción entre políticos y empresas. No vamos a quedarnos sentados dando por bueno este modelo insostenible para explotar una de las regiones con más diversidad del Planeta.

Además, está demostrado que ya existen otros caminos. Brasil debería enfocarse en impulsar energía realmente renovable y convertirse en un líder en producción de energía eólica y solar. Con la inversión adecuada, es posible generar la misma cantidad de energía por estas vías que la que generaría el fallido proyecto de Tapajós, empleando la potencia del viento y el sol. Por todo ello, vamos a seguir trabajando junto a las comunidades locales y oponiéndonos a otros proyectos como el de São Luiz do Tapajós.

Danicley Aguiar es responsable de la campaña de Amazonas en Greenpeace Brasil

¿Qué puedes hacer tú?

- Firma para seguir presionando al Gobierno brasileño y evitar que sigan adelante nuevos proyectos de megapresas en el Amazonas.

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