RESIST. Resistir frente a las políticas negacionistas del cambio climático, racistas, misóginas, homófobas e intolerantes del presidente Trump.

Eso decía la pancarta de 20 metros que ayer nuestros compañeros de Greenpeace en Estados Unidos colgaron junto a la Casa Blanca.

“No podemos aceptarlo”, decía nuestra compañera Nancy Pili desde lo alto de la grúa, a 90 metros del suelo. No podemos permitir que su discurso de odio siga avanzando.

Gracias por ser parte de la resistencia. Juntos luchamos por condenar los ataques de Trump a la justicia medioambiental, social, económica y educativa.

Aún no lleva ni una semana en el cargo y Trump ya ha dado luz verde a la construcción de los oleoductos de Dakota y Keystone XL, contra los que tanto hemos luchado durante años y cuya construcción conseguimos que fuese paralizada por la Administración Obama.

Y esto es sólo el principio. Trump puede abrir de nuevo las aguas estadounidenses del Ártico a las extracciones de petróleo y gas, puede poner en peligro el acuerdo del clima de París para beneficiar una vez más a sus amigos de la industria de los combustibles fósiles... Un revés para la lucha mundial contra el cambio climático.

No podemos hacerlo en solitario. Gracias por resistir con nosotros.