Poder elegir la electricidad que consumimos en nuestros hogares ha sido una petición realizada por Greenpeace durante años. Para lograrlo, en 2003 junto a consumidores, sindicatos y otras asociaciones ecologistas lanzamos la campaña “Queremos saber para poder elegir”.

El objetivo de esta campaña era que, de forma clara y periódica, se proporcionara al ciudadano información sobre el origen de la electricidad, con el fin de poder elegir la que procede de fuente renovables, el denominado etiquetado eléctrico. Finalmente en febrero de 2008 la Comisión Nacional de Energía (CNE) sacó una Circular (1) en la que se recogían parte de las demandas de Greenpeace al respecto.

Estos días la CNE ha vuelto a tener que revisar el texto de la Circular sobre etiquetado eléctrico, aunque solo por la necesidad de actualizar la normativa que regula en España el sistema de “garantía de origen” a lo dispuesto en la Directiva Europea de Renovables (2). Desde este punto de vista, la propuesta de Circular realiza una mera adaptación formal de los requisitos para hacerlos compatibles con la Directiva.

Por ello, Greenpeace ha vuelto a enviar a este organismo sus comentarios al nuevo texto normativo. Y las críticas al mismo se repiten, por ejemplo, sigue permitiendo que cualquier empresa comercializadora compre una garantía de origen (que no es más que un documento o una entrada en una base de datos) sin a su vez adquirir la energía a la que se refiere dicha garantía de origen; en este caso la mezcla de comercialización de esa empresa realmente no ha cambiado, y la información que recibe el consumidor no refleja la realidad de la energía que ha adquirido.

En resumen, el etiquetado debe reflejar la verdad, esto es, una misma mezcla de comercialización para todas las empresas que adquieran su energía en el mercado organizado, y una mezcla específica para aquellas que adquieran energía de origen diferente, siempre que vayan acompañadas de su correspondiente garantía de origen, pero no en función de las garantías de origen por separado de la electricidad realmente comercializada.

Greenpeace considera que hubiera sido el momento de realizar una evaluación y revisión en profundidad de la aplicación del sistema de garantía de origen en España, una vez que ahora se dispone de los datos y experiencia del funcionamiento en estos primeros años. Y a este respecto, la propuesta de Circular es una oportunidad que no se debería desaprovechar para corregir todo lo necesario para que el sistema de garantía de origen sea de utilidad. Por ello, resulta lamentable que la propuesta se limite a una actualización formal, sin entrar en el fondo del asunto.

Puedes consultar las observaciones de Greenpeace a la “Propuesta de Circular x/2012 de la Comisión Nacional de Energía”

@juliobarea responsable de la campaña de energía y Cambio Climático de Greenpeace España

Notas:

(1) Circular 1/2008, de 7 de febrero, de la Comisión Nacional de Energía, de información al consumidor sobre el origen de la electricidad consumida y su impacto sobre el medio ambiente. BOE núm. 45, 21 de febrero.

(2) Directiva 2009/28 CE del Parlamento europeo y del Consejo de 23 de abril de 2009 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables y por la que se modifican y se derogan las Directivas 2001/77/CE y 2003/30/CE