Dos terceras partes de los océanos están fuera de las fronteras nacionales y pertenecen a toda la humanidad. Pero hoy en día es algo parecido al salvaje oeste: Los océanos y los fondos marinos están a merced de la explotación irresponsable porque la legislación marítima existente se centra más en el derecho a explotar que en cualquier obligación de proteger.

Las aguas del océano Ártico se calientan al doble de velocidad que la media mundial.

Las aguas internacionales que se encuentran alrededor del Polo Norte, conocidas como océano Ártico, son una de ellas. El Ártico se está calentando a un ritmo de casi el doble de la media mundial y está experimentando efectos graves derivados del cambio climático, entre ellos el alarmantemente y rápido derretimiento del hielo marino. Los científicos advierten que el Océano Ártico podría tener veranos sin hielo en 2030. Como resultado, aparecerá en nuestras vidas un nuevo océano en la cima del mundo.

El océano Ártico puede parecer un lugar duro y desolado, pero está, sin embargo, lleno de vida. De hecho, las aguas del Ártico están entre las más productivas del mundo. Pero también son especialmente vulnerables a los impactos de la actividad humana. Por esa razón, Greenpeace demanda que se declare en este área un Santuario donde todas las actividades extractivas, como la pesca, la minería y la extracción de petróleo, estén prohibidas. Un tratado internacional de Naciones Unidas podría permitir que esta protección se hiciera realidad.

Durante los últimos quince días Greenpeace ha estado en las reuniones de Naciones Unidas donde se ha debatido cómo desarrollar un nuevo mecanismo legislativo que pueda proteger la vida marina de los océanos internacionales. Este acuerdo, de tener un diseño adecuado, defenderá vastas partes de los océanos de la destrucción industrial, y asegurará su recuperación. Hemos estado allí para asegurarnos que los océanos reciben la protección que necesitan tan urgentemente.

Desgraciadamente, nuestra generación va a ser testigo de la desaparición de la capa de hielo permanente de Ártico. Pero también tenemos una oportunidad única de convertir esta crisis en un símbolo perpetuo de esperanza, un nuevo océano en la cima del mundo que desde un principio se consagre como un Santuario con protección total. Esto podría y esto debería ser nuestro legado. Únete al movimiento para proteger estas aguas tan frágiles.

El presidente de la reunión que se ha celebrado esta semana en Naciones Unidas, Eden Charles, de Trinidad y Tobago, declaró que él se esforzará para alcanzar un acuerdo en 2019. Hasta entonces, aún hay mucho trabajo que hacer para que sea posible alcanzar este acuerdo y que sea lo suficientemente fuerte para proteger los océanos. Gracias por actuar.


Sarah North es Estratega de la campaña de Ártico en Greenpeace Internacional. Magnus Eckeskog en responsable de la campaña de océanos en Grenpeace Nordic.